viernes, 6 de julio de 2012

CARLOS ROBERTO MORAN: El comentario: "El infierno de los vivos", de Alicia Barberis y entrevista a la autora





…. “El infierno de los vivos”, de Alicia Barberis. Editorial Palabrava, Santa Fe, Argentina, 2012, 120 páginas. En Argentina: 40 pesos …. 


 En el infierno de la marginación y el desamparo En marzo pasado se inició la colección de la nueva Editorial Palabrava con “El infierno de los vivos”, novela de la santafesina Alicia Barberis. 

El relato es contado por su protagonista, una menor de 15 años violada por su padrastro a los 14 y enviada a un instituto, un hogar de menores, “un hogar sombrío, con olor a sopa y a repollo”.
 
 La violación de Mariana no ha sido creída prácticamente por nadie, ni siquiera por su madre que sigue conviviendo con el padrastro (y defendiéndolo), en tanto que este, hombre vinculado al poder, no se ha hecho cargo de su falta ni nadie se lo reclama. 


 Lo que vuelve a mostrar esta nueva historia tomada de la vida real es que en nuestras sociedades antes que nada prevalecen las apariencias y que el desamparo es la moneda corriente. Los hechos narrados, asegura la autora, ocurrieron tiempo atrás en la ciudad de Santa Fe.

 La voz de Mariana se encarga de reconstruir el episodio de la violación, contado sin exceso de descripciones innecesarias, aunque es más importante aquello que subyace en el relato: la ausencia de una política que atienda de verdad a los menores en conflicto.

 Con todo, lo más sustancial termina siendo las descripciones referidas al día a día que soporta Mariana, jornadas de desamparo en las que prevalecen la humillación y el menosprecio. El libro es breve, la historia intensa. 

Barberis eligió una forma particular de narrar, con frases breves que recuerda al enunciado poético. 
Al respecto, ha dicho: “Elegí darle cierto toque poético porque sentí que la dureza de la historia quedaba más al desnudo y menos explícita. Ese lenguaje me ayudó a encontrar metáforas para contar las cosas duras que le tocaba vivir al personaje en su vida cotidiana”. 

La novela tiene pocos personajes, situaciones que se reiteran porque el hogar es un sitio de escasos estímulos, de cambios inexistentes. Allí se “vive” una vida sin matices, casi penitencial, con monjas poco dispuestas a atender los mil problemas de las púberes internas, antes que nada interesadas en que estas se comporten de acuerdo a una disciplina cuartelera. 

Alguien “de afuera” se involucra en la vida de Mariana y termina auxiliándola. Pero antes de poder superar ese calvario, la adolescente deberá esperar, soportando los pequeños castigos cotidianos, sintiendo en carne propia lo que significa ser una marginal (cuando niña no lo había sido), a la que le es negada cualquier tipo de afecto. El recuerdo de su padre ausente y un libro de Ítalo Calvino terminan siendo sus principales “protectores”, refugios en medio de un mundo profundamente injusto en el que el infierno de los vivos prevalece, tal como Mariana lo debió soportar y Barberis lo cuenta.

 La entrevista

 -Aunque el libro no lo aclara de manera específica, se interpreta por la dedicatoria de la novela (“A Elba V., protagonista de esta historia”) que “El infierno de los vivos” narra hechos reales ¿puede darnos precisiones al respecto? 

 -Los hechos ocurrieron hace algunos años en Santa Fe Tomé contacto con la protagonista a través de un conocido. Ella estaba viviendo en un hogar de menores. Comencé a llevarla a casa algunos fines de semana y pronto se hizo amiga de mi hija. Luego compartió con nosotros algunos meses de las vacaciones y vivió en nuestra casa el último tiempo antes de ir a vivir con su verdadero padre, a quien encontramos casi por azar. 

Conocí su historia a través de sus relatos, pero también a través de las vivencias: visitas al hogar, acompañamiento al juzgado de menores, entrevistas con el juez y con la asesora, charlas con sus amigos y con las madres de sus amigas. 

En mis visitas al hogar también conocí las historias de muchas nenas que estaban en una situación similar a la de ella. Viví de cerca la falta de protección y de ayuda que tienen los menores en esta situación y sentí una gran impotencia. 

 -¿En su relato se ha limitado a contar los episodios tal como ocurrieron o le añadió situaciones nacidas de su imaginación?

 -He modificado algunas situaciones, he cambiado algunas circunstancias, he agregado elementos de ficción pero, en su esencia, la historia transcurre en la novela casi como ha ocurrido en la vida real.

 -Dado que es una historia referida al maltrato de menores, ¿pudo abordar el tema con facilidad o tuvo dificultades a la hora de volcarlo al relato?

 -Se me hizo difícil abordar la historia. Había escrito una primera versión hace varios años. Luego la reescribí en su totalidad. Me costó encontrar el tono, precisamente por la dureza del tema. Quería reflejar lo que sentía la protagonista y también las otras chicas que convivían con ella en el hogar, pero quería evitar lo explícito o los golpes bajos. 

 -Los párrafos de su novela son notoriamente escuetos, sin abundancia de detalles, ¿por qué adoptó ese criterio o método narrativo para “El infierno de los vivos”? 

 -Como decía antes, necesité un tono especial, una voz creíble en un personaje adolescente. Elegí darle cierto poético porque sentí que la dureza de la historia quedaba más al desnudo y menos explícita. Ese lenguaje me ayudó a encontrar metáforas para contar las cosas duras que le tocaba vivir al personaje en su vida cotidiana dentro del hogar y el dolor que sentía por lo injusto de su situación. Además, a pesar de los años transcurridos, todavía tengo el recuerdo de lo que yo misma sentí al escuchar esas historias tan terribles contadas con voces casi infantiles, con tonos despojados, simples.

 -Una vez conocido “El infierno de los vivos”, ¿tuvo problemas con las personas involucradas, a pesar de que en la novela no se identifiquen con sus verdaderos nombres.


 Supongo que es muy reciente su aparición como para eso, y muchos años los que pasaron desde el momento en que ocurrió. Sí tuve devoluciones positivas, tanto de la propia protagonista, con quien volví a encontrarme después de muchos años, como con uno de los personajes –una nena que hoy ya es una mujer- quien al enterarse de la aparición del libro lo leyó y me agradeció luego la escritura. 

 La tarea de una escritora 

 -¿Cómo trabaja con sus textos? ¿Necesita tener la novela elaborada de antemano en su imaginación, contar con un plan previo o, por el contrario, va encontrando el camino a medida que avanza con la escritura? 

 -Siempre hago un plan previo, una especie de boceto general que me sirve de mucho para no perderme, para no irme por las ramas y para darle un cierto ritmo. Me gusta generar expectativa, atravesar el argumento con algo inquietante que genere las ganas de avanzar en la lectura. Pero por supuesto también voy encontrando cosas en el camino, que no estaban previstas y que obviamente me obligan a hacer modificaciones sobre la marcha. Siempre hay una región incierta que no está resuelta en forma total cuando trazo ese primer plan y siento que es bueno que así ocurra. 

 -¿Con qué método aborda sus relatos? ¿Los escribe a mano, a máquina, en computadora? ¿Lee a otros autores cuando escribe o los deja de lado? ¿Hace leer sus trabajos a otras personas antes de publicarlos? -Hago algunas anotaciones a mano a la hora de hacer ese primer plan. Luego escribo directamente en computadora. Siempre tengo otras lecturas, no puedo dejar de leer, pero alejadas del tema que pretendo abordar. Es como tomar recreos de la escritura. Y sí, hago leer mis trabajos a otras personas. Eventualmente a escritoras o escritores con quienes hago o hice talleres. Generalmente a otras amigas escritoras, con quienes hacemos una especie de taller on line, pasándonos mutualmente nuestros escritos y marcándonos correcciones. También le doy a leer a mi madre y a mis hijos. Siempre son miradas diferentes que aportan distintas cosas. Me gusta escuchar sugerencias. La decisión final siempre la tengo yo como autora, pero la mirada de los otros me sirve mucho.

 -¿Qué autores le importan? ¿Qué libros han tenido especial significado para usted? ¿Y el cine? ¿Y la televisión? ¿Y otras manifestaciones culturales o artísticas?

 -Los escritores que me importan son muchísimos. Citaré sólo algunos: Cortázar, Saramago, Murakami, Márai, Claire Keegan, Liliana Bodoc, María Teresa Andruetto , Phillipe Claudel.

 Muchas veces pienso que no me alcanzará la vida para leer todo lo que quisiera. Me gusta el cine, muy poco la televisión. Me gusta la música, la pintura, la escultura, la cerámica. Y me gustan los viajes, sobre todo para conocer otra cultura. 

 -¿Le ha sido fácil o difícil publicar desde una ciudad del interior de Argentina?

 -No me ha resultado difícil publicar, tal vez porque en buena medida mis libros se editaron a través de concursos. 

 -¿Qué significa escribir para usted?

 -Escribir es para mí una necesidad, un juego, un compromiso. Y ya sea que me divierta o sufra con lo que estoy escribiendo no puedo dejar de hacerlo. Cuando empiezo con la escritura de una novela me ocurre algo parecido a cuando comienzo a leer una novela: sé que tengo un mundo paralelo que me está esperando para cuando quiero salir de la realidad palpable. 

Es un mundo que me fascina, donde vivo como si estuviera en otra dimensión y quiero dejar todo para irme allí. Los escritores, las escritoras, somos una rara mezcla de cocineros y de dioses: elegimos ingredientes, mezclamos, pesamos, decidimos, inventamos, modificamos, corregimos, pero siempre creamos para darles a otros. 

Porque sin el otro, la escritura, la creación, la cocina, no tendrían el mismo sentido. 

 Esta entrevista, más reducida, se publicó en la edición del 26 de mayo de 2012 en “El Litoral”, de Santa Fe, Argentina.


 Perfil

 Alicia Barberis nació en Santa Fe en 1957. Es docente y se ha especializado en Educación por el Arte, coordina diversos talleres literarios. Es autora de una veintena de libros dedicados al público infantil y adolescente. 
“Cruzar la noche” (1996) y “La casa M.” (2009), dos de sus libros más leídos, refieren a episodios ocurridos durante la dictadura militar argentina (1976-1983) 


Fue finalista del Premio Casa de las Américas y de varios certámenes internacionales. Obtuvo el primer premio en el concurso “Los niños del Mercosur” (2010) y en el certamen de Libresa, de Ecuador (2011) Es editora y ha sido publicada en Argentina, España, Ecuador y Perú. 

Como narradora oral ha presentado sus espectáculos en Argentina, España, México y Cuba. …. 


Algunos enlaces: 
 Alicia Barberis en la Wikipedia en castellano 

Blog de la autora 

 Página de AB en Facebook 
AB en la página de la Red Internacional de Cuentacuentos 
Blog de la Editorial Palabrava 

FUENTE: http://lacomunidad.elpais.com/cmoran24/2012/7/5/el-comentario-el-infierno-los-vivos-alicia-barberis-y 


Carlos Roberto Morán

Soy un escritor y periodista que vive en Santa Fe, República Argentina. En el presente blog voy incorporando textos narrativos y comentarios sobre libros y autores, por lo que me propongo mantenerme en el territorio de lo literario. Al menos por el momento.

En un artículo del blog (en el tag o ventana "Noticia") doy más detalles sobre mis datos bio-biblográficos. He incorporado también en "Invitados" textos de escritores amigos.
Gracias por visitarme.

Carlos 

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