
Enrique Manuel Abondio Butti è nato a Santa Fe  (Argentina) il 24 febbraio 1949. Ha studiato cinema nell'ex Instituto de  Cine della Universidad Nacional del Litoral e nel Centro Sperimentale  di Cinematografia di Roma dove ha creato il laboratorio di animazione.  Ha vissuto vari anni in Italia; nel 1983 è tornato a Santa Fe dove  risiede e lavora nelle pagine culturali del giornale "El Litoral".
        Tra i riconoscimenti ottenuti annovera:
      1986: Premio Fondo Nacional de las Artes (per Aiaiay)
      1989: Premio Novela Juvenil-Colihue (per No me digan que no)
      1990: Premio de Ensayo José Pedroni (per Del nombrar y de los nombres)
      1991: Premio Concurso de Obras Breves de Teatro (per Espina de diamante)
| Enrique M. Butti  L'intervista     Géneros¿Qué es lo que al inicio del impulso a la escritura  decide que lo que viene es poesía o narrativa? Hay algunos indicios que  son los que ya conoce cual-quier adolescente con afición a las letras:  si uno está instalado en la taquicardia existencial, aterrado,  enamorado, ago-nizante, en levitación, cada palabra nace con tal carga,  de plomo, hormona, Historia o desesperación, que es probable que se  elija esa rara capacidad de la poesía para apresar y sostener el  pronunciamiento del instante, del eterno presente. Esta vehemencia no  impide la aplicación artesanal, y quizás la métrica y la rima rigurosas  sean en última instancia buenos cimientos con que nos arma la tradición  para que, aplacada la taquicardia, persista el estímulo al trabajo y  borremos la vergüenza de aquella debilidad primera, la inspiración.
 Después, si me gusta leer y escribir novelas es  por el sortilegio de entrar a vivir en mundos distintos y paralelos, uno  de los cuales dura mientras dura esa escricura o esa lectura, o  mientras duran sus resonancias, a veces tan agudas y permeables e  indelebles como el mundo cotidiano que permanece en los sueños, o como  los sueños que permanecen en la vida cotidiana.  Y en el cuento sucede otra historia, el difícil  intento por hacer confluir y concentrar esos dos mundos, o cuantos  fueran. Desde la experiencia de la escritura, lo siento como el más  gentil, el más misterioso y satisfactorio de los géneros que he  trabajado, quizás porque participa de los arrebatos tan distintos de la  novela y de la poesía, y porque su vida es más rápidamente independiente  e integral.  El punto principalLos rigores que trataron de imponer los estudios  literarios de la segunda mitad del siglo XX para entronizarse en  pseudociencia, tuvieron necesariamente que centrarse en el texto,  obviando o negando la cuestión del gusto y lo que tuviera que ver con el  lector. Con una mística anticipatoria y patética, los logros más  concretos de esos estudios terminaron siendo explotados por la industria  cibernética y por la mucho menos importante y más mezquina industria de  la promoción literaria, tal como la conocemos hoy actuando en  suplementos, merchandising, premios y nobeles, construcción de  prestigios universitarios, etc. Entretanto, del lector, nada, Y el  lector es el punto principal. Podía dejarse de escribir, ya que abunda  biblioteca para rato, y si hubiera lector, la literatura sobreviviría.  Pero si desaparece el lector, aunque haya quienes escriban (hay tantos  escritores que no son lectores), ¿entonces, qué?
 Como propuesta de progreso se decidió despreciar  y anunciar la muerte del lector inocente, no del estúpido, sino del que  no se remitiera a una lectura exclusivamente estética, como si desde  los inicios de la literatura no se supiera que todo temblor de ella se  origina fatalmente a través de la expresión. Conozco pocos escritores  como la gente, pero nunca conocí un buen lector que por más jodido que  fuese no valiera compartir toda la vida a su lado.  La historia del lector básicamente tiene que ver  con la soledad. Me figuro que hay dos tipos de lectores: el que llega a  los libros por los caminos de la soledad, y el que llega a la soledad  por la frecuentación de los libros. La soledad de uno es sólo aparente:  abandona antiguas o futuras compañías por otros, mejores amigos. La  soledad del segundo es irreversible: no encuentra a nadie en los libros;  él es autor de todo lo que lee.  Destronando las órdenesHay un ensayo, una confesión de Carlo Emilio Gadda, que  se titula “Cómo no trabajo”, porque el texto que sigue es una irrupción  de rabia y lamento contra los vates y demagogos de su tiempo. Y ahí  Gadda habla de la carga de palabras que hay que echar a puñados, como a  las gallinas maíces, como Colón echaba cuentas de vidrios a los indios  para deslumbrarlos, ya que su reverencia Colón esperaba como  contrapartida granos, patatas de oro. Y enseguida Gadda se planta y  clama: “¡Ay de mí, yo no soy escritor colombófilo. No busco gallinas  para echarles perlas vítreas. No quiero pepitas, ni patatas. No tengo  indios bajo mi poder. No quiero tenerlos.”
 No, ni indios ni esclavos. Pero de vez en cuando  uno pública, y por algo será, por alguien. Seducción y no cadenas,  entonces; si hay que llevarlo al lector, página a página, que sea con la  sopapa de un beso, que dure del inicio al fin, sin aliento. Pero antes,  claro, habrá que buscar un lugar de encuentro. Desbrozar, abrirse paso  en la página en blanco, que bien vista es negra, como te decía,  destronando las órdenes que exigen, amenazan, prometen, chantajean, de  los puercos Judas besando el cuentero Homero, a la pequeña Sherezade, al  pequeño Rimbaud, de los cerdos acordando voz de mando a fuerza de  Expulsiones, estacas en el corazón, golpes en los nudillos para que  aprendan, para que aprendamos, los aprendices de escritor, a emular sus  malditas devastaciones e impotencias premiadas y reverenciadas,  prometiéndonos futuras entronizaciones y vasallos genuflexos, gallinas,  indios, esclavos.  No tuve maestros literarios. No quise tenerlos.  Desconfié enseguida de sus maíces, de sus cuentas de colores, y aprendí  que los artistas supremos se los encuentra en otro lado. Los  específicamente literarios, en las bibliotecas; los vivientes, en las  calles del mundo, si es que uno tiene ganas y sabe vagabundear.  intervista di Enrique Butti a Javier Adúriz,in “OMERO poesía”, dicembre 2002, anno 4 / n. 9
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- Aiaiay, (romanzo) Bs.As., Ed. Sudamericana 1986, pp. 157 
              - Claroscuro, (racconto) in Ocho cuentistas santafesinos,  Santa Fe, Cuadernos de exyension universitaria, Universidad Nacional  del Litoral, 1987, pp. 116 [pp. 37-49] (sono presenti racconti di  Antognazzi, Balbi, Butti, Catania, Gómez, Herrero, Pagés, Sauco). 
              - No me digan que no, (romanzo per ragazzi) Bs.As., Ed. Colihue, 1989 e 1994, pp. 115 
              - Espina de diamante, (teatro) in 1° Concurso de obras teatrales breves,  Santa Fe, Diario El Litoral, Editorial Colmegna, Banco BICA, 1990, pp.  58 [pp.47-58] (raccoglie i tre vincitori: Astrada, Suleimen, Butti) 
              - Del nombrar y de los nombres en la obra deJosé Pedroni, (saggistica), Santa Fe, Editorial Colmegna 1991, pp. 40 
              - Solfeo, (racconti) México, Editorial Corunda 1993, pp. 108 
              - La fruta de la perdición (teatro), Ediciones de la Cortada 1994; Concurso de dramaturgía 1993, Premio Fondo Nacional de las Artes 1993, pp. 61 
              - El Fantasma del Teatro Municipal, (romanzo per ragazzi), Bs.As., Ed. Colihue 1994, pp. 97, ill. di Cuk 
              - Carnavalito, (romanzo per ragazzi) Bs.As., Ed. Colihue, 1995, pp. 155 
              - Cuaderno de traducciones, (traduzioni) Santa Fe, Ediciones de la nada, El soplo y el viento n. 26, dicembre 1997, pp. 26
              - Latente, (racconto) in XII Premio Max Aub 1998, Fundación Max Aub 1999, pp. 59 [pp. 3-39]. Mención de onor (Butti, Condoño Sánchez)
              - Indí. Pasticciaccio argentino (romanzo), Bs.As., Editorial Losada 1998, pp. 212 
              - Opera omnia en mil volúmenes (racconto), in Nuestros cuentos. Una antología de la narrativa argentina, Ed. no comercial, 1998, pp. 205 [pp. 61-72]. Rist. in Los mejores cuentos del Litoral. Antología a cargo de Jorge Isaías. Ameghino Editora 1999, pp. 234 [49-53] 
              - Sin cabeza y encapuchados (romanzo per ragazzi), Bs.As., Ed. Colihue 2001, pp. 111, illustraz. di Pablo Zweig
               - Despeñadero, Su nombre dorado (racconti) in Octopus II. Narradores argentinos contempóraneos,  Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral 2002, pp. 187 [pp. 49-51;  52-55] (racconti di Barbieri, Bernatek, Butti, Catania, Gómez, Morán,  Pagés, Víttori) 
              - Porotita pajarona (racconto per bambini), Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral 2003, pp. 15, illustraz. di Istvansch
               El Diablo mete la cola, y otros cuentos del Infierno  (Cuentos, recreaciones de leyendas, refranes, dichos populares,  exorcismos, citas, ejercicios didácticos). Con ilustraciones de María  Jesús Alvarez. Rosario, Homo Sapiens Ediciones, Colección La Flor de la  Canela, 2006, pp. 80. 
               Cada casa, un mundo.  Novela de aventuras. Ediciones Colihue, colección La Movida.  Ilustraciones de Javier A. González. Buenos Aires, Argentina, 2006. 
              El Novio. (novela) Buenos Aires, Ediciones El cuenco del plata 2007.
              Lluvia de astros. Los inagotables mitos griegos. Rosarioes, Homo Sapiens Ediciones 2008.
              
              edizioni italiane
              - Aiaiay (romanzo), Roma, Prisma Editori 1989, pp. 125; traduzione di Luigi Maccione, postfazione di Fausto Pederzoli 
              - Pasticciaccio argentino, Il Saggiatore 1994, pp. 174, traduzione di Angelo Morino 
              - Una torta al vinavil, Torino, Einaudi 1994, pp. 108, a cura di Clementina Acerbi
                             
               altre edizioni
altre edizioni
               - It can't be too soon for me (racconto), in Hand in hand. Alongside the tracks and Other Stories, London, Constable 1992, pp. 172 [pp. 105-108]; traduzione di Norman Thomas di Giovanni e Susan Ashe
               
               
               altre traduzioni
altre traduzioni
              - Giuseppe Tomasi de Lampedusa: Los relatos, Bs.As., Perfil Libros, Ficciones Clásicos 1998, pp. 176; traduzione di Enrique Butti 
                ter                  
fuente: http://www.narratori.org/butti/index.php
