jueves, 10 de noviembre de 2011

MONICA RUSSOMANNO: "MOMENTO PARA EL LUEGO"



Paseo con mi madre por el parque del Sur. Hace mucho frío, es temprano en la mañana del domingo. Estamos nosotras, los dueños de perros felices, y perros, también felices, pero sin dueños.


Todos miramos los árboles y las hojas pardas o naranja sobre el pasto; ojos verdes, ojos marrones, los hermosos ojos amarillos de un animalito que nos acompaña un rato. Desde diferentes alturas sobre el suelo, muchos ojos miran los árboles y el pasto. Escuchamos los pájaros que sonorizan el aire limpio y claro, el cielo perfecto.


Las gentes caminamos como sin vernos mientras los perros se saludan, se advierten con uno o dos ladridos, se corretean un rato dibujando grupitos aleatorios.


Está tranquilo el mundo en este rincón esta mañana. Los verdes y

marrones se manchan con las flores amarillas o rosadas de los palos borrachos, una alfombra oriental, magnífica en sus tonalidades y encajes se despereza a nuestros pies. A veces las puntadas son anchas hojas húmedas, otras el tejido es una urdimbre abigarrada de hojitas minúsculas y secas.


Sobre las cabezas, el cielo adornado también por los etéreos dibujos de las copas de los árboles. Se ha adornado el mundo hoy, engalanado para sí mismo y para nosotros que lo disfrutamos.


Mi madre y yo charlamos apenas, señalamos una garza blanca en el lago, nos mojamos el calzado en el rocío que dejó la noche para fertilizar la tierra.


Estamos bien en este rincón de la mañana. Está tranquilo el pequeño mundo.


Quizás venga, después, el día roto y sucio, la vereda de baldosas

faltantes, el humo de los automóviles, la voz devenida en grito, la rama enferma del árbol torcido. Seguramente vendrá el día caótico y desdibujado.


Pero si luego no recuerdo el parque a la fría luz celeste, si olvido la charla y la trama ocasional de los perros moviendo las colas sobre la humedad del pasto blando. Si mañana no recuerdo la calma de hoy, no importa.


En algún lugar queda la sospecha de que la vida puede ser como debe ser. Y de que ocasionalmente podemos ser felices.



(c) Mónica Russomanno


La autora:



Mónica Graciela Russomanno nació en Santa Fe, en 1966 y es profesora en Artes Visuales.

Fue publicada en los diarios “Hoy en la Noticia”, “El Litoral”, “La Nación” de Argentina, “Ideas” de Cuba, “Xicòatl” de Austria y “Etcétera” de Zaragoza

Editada virtualmente en las publicaciones “Inventiva Social”, “Unión digital”, “La máquina de escribir”, “Página 1”( de Israel); escribe ensayos en “El Arca del Sur”.


Sus textos tambien fueron/son editados en los Blogs: 'EL GALLO EN ALPARGATAS'(un blog serio con nombre risueño); 'PAGINA 1 - JOSE PIVIN' y 'SANTA FE, MI PAIS'. Los 3 Blogs son editados por Jose Pivín en Haifa (Israel).

Ha guionado los videos “El gueto de Varsovia”, el realizado por los 90 años de la radio “LT9”, así como “Relatos de Euskadi” y “El Arca del Sur”.

Fue premiada en el concurso por los 70 años de la UNL, “Nitecuento” de Editorial Mizares, el certamen de la Editorial “Nuevo Ser”, y el organizado por “Historias para el café”.

Editada en la Antología “En bandada”, participa como autora invitada en encuentros con estudiantes, y es jurado del concurso anual de cuentos juveniles de la organización “El Puente”.

En el año 2009 la Asociación Trabajadores del Estado le editó un libro de cuentos, “Historias versas y perversas” dentro de la colección Bienes Culturales.



Nota del Editor:

Poeta, escritora, ensayista,etc.,

una de las más talentosas autoras

de los últimos años en la ciudad

de Santa Fe de la Vera Cruz.



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