FIN DEL TIEMPO
Las órdenes que recibo
vienen de abajo
de arriba
de los cuatro costados
del territorio de los cobardes
Son señales apenas
para marcar obediencia a la vida
La vida sin elocuencia
ni metáforas
ni cambiantes mariposas
- para que nombrar la poesía –
la vida es una orden
Me quede sola
y quien escucha mi protesta
un no a los resplandores
- no -
- sí -
todo es igual
danzan entre golpes
marchas y contramarchas
lo importante no es la rosa
sino tu blanca risa
tu cabeza moviendose de arriba hacia abajo
A quien le interesa tu jadeo
tu sudor
tus palabras
ejercito de desafios
La vida es una orden
- hoy –
- mañana –
para todos
el amor resultó inútil
nadie dejó escapar una lágrina
Hay que marchar
los vientos apuran.
Agosto 1984
CAMINO DE LIBERTAD
Buscaremos el olvido con mi pueblo
pero la ternura irá primero,
y el continente del beso
nos esperará casi invisible.
Es un sueño, viejo sueño de habitante
para una tierra que no pide pan sino libertad;
iremos juntos y en el espacio infinito de la lucha,
nos acompañarán las mariposas con su silencio.
Será largo el camino,
mi pueblo tendrá la mirada mansa de los siglos
cansado de tanto errar en las Historias,
y llegaremos,
y nos esperarán,
y nos regalarán una manta de arena,
un monte de maderas para nuestro nuevo mundo.
Habrá un vino muy claro,
la sopa estará caliente todavía
y alguien nos tocará el hombro,
quizá una palmada:
la bienvenida.
LAMENTOS SIN ESTACIONES
Mi memoria está habitada por antiguos recuerdos
y comienza a ocurrir que ya no entiendo
este espanto y estas ganas de soledad atardecida.
Hay un pálido jazmín en el horizonte de mi lamento
y olvidadas canciones que se hacen ronda en despedida;
hay un niño que no espera y ya reclama,
hay una piel que no se entrega y tiene frío.
Hay una voz para librar la batalla de una ternura,
hay tardes para mi memoria que lucha con la rabia
y ya no alcanzan los diez dedos de mis manos
para recuperar los besos que no se dieron.
Estoy cansada
mi memoria duele.
Las tres poesías:
de "LA VELETA DEL DUENTE"-
Editorial TUPAMBAE, 1978.
María Isabel Palacios de Carrió,
bella persona y mujer bella, fue
poeta, locutora de varias radios,
periodista,directora de programas
radiales, directora del Instituto Goethe
de enseñanza del idioma Alemán en
Santa Fe, etc.
Fue mujer, esposa, madre, amiga.
– a veces- debió tomar el vuelo
sin regreso, cuando aún la juventud y la
potencia creadora eran parte de su vida.
Isabelita falleció el 9 de mayo de 2009,
dejando una bella y joven hija, Isita,y
un esposo poeta, escritor periodista y
cineasta, Alfredo Ariel Carrió de la Vandera.
Yo que la conocí desde mi juventud y fuí
su amigo, la lloro desde estas remotas
Tierras de Israel.
Jose Pivín
frente al puerto de Haifa
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