La Lección de Santa Fe
Sistema de lista única
[SEPA/Diario El Peso] Los fríos números de las elecciones santafesinas indican un resultado algo atípico y en alguna medida, sorpresivo. El partido socialista continuará al frente del Poder Ejecutivo por cuatro años más, con su candidato Antonio Bonfatti al lograr un ajustado triunfo con un 38,7% de los votos. El segundo lugar lo obtuvo [y aquí la sorpresa] el actor cómico Miguel del Sel encabezando la lista del centroderechista PRO [reciente ganador en Capital Federal] luego de una corta y muy eficiente campaña. Llegó por momentos a hacer peligrar el triunfo socialista pero alcanzó finalmente un sorpresivo 35,2%. El gran perdedor del domingo fue el candidato kirchnerista Agustín Rossi, que sólo obtuvo un 22,2% de los votos.
Al nivel de legisladores sin embargo, la candidata del kirchnerista Frente para la Victoria María Eugenia Bielsa [hermana del ex canciller y del ex DT de la selección nacional de fútbol] hizo una excelente elección sacando la friolera de casi 580.000 votos, muchos más que su candidato a gobernador, Agustín Rossi.
Es interesante destacar que en Santa Fe rige el sistema de “boleta única”, que eliminó el sistema de “listas sábanas” y el consecuente “efecto arrastre” de los candidatos ubicados en los primeros lugares de la misma.
Dados los números, hubo derrotas y triunfos, reconocidos o desconocidos por sus padres según el caso. En este contexto, cabe hacerse algunas preguntas:
¿Triunfó o ganó el partido socialista en Santa Fe? En un primer momento debe reconocerse que triunfó, ya que aunque fuere por escaso margen, ocupará la gobernación nuevamente. Sin embargo las cifras no son iguales a las obtenidas en su momento por el gobernador saliente, que orilló el 50% de los votos, en su momento al acceder a su cargo. Hoy una mayoría no apoyó al partido ya que casi un 60% votó a otras alternativas. Ganó aunque es notorio su descenso en cuanto a adhesión popular se refiere.
¿Triunfó el kirchenrismo en Santa Fe? Dos resultados contrapuestos dificultan la respuesta. Fue contundente su rechazo a nivel de gobernación y así lo reconoció el propio candidato Agustín Rossi, sin embargo la candidata María Eugenia Bielsa se adjudicó un cómodo triunfo en legisladores. Si bien la candidata estuvo siempre alineada al gobierno nacional, supo tomar distancia declinando en las elecciones anteriores su candidatura. En la actual campaña optó por una visión local cuyos resultados están a la vista. La conclusión es que sus resultados no pudieron extrapolarse para la gobernación y le pertenecen a ella más que a su partido.
¿Triunfó la oposición en Santa Fe? En este terreno cabe hacer una aclaración sobre el significado que se atribuye al vocablo “oposición”. Si se toma el resultado de manera global, un 60% votó en contra de la alternativa kirchnerista, sin embrago al no ser la “oposición” una referencia homogénea deben distinguirse algunas situaciones. En relación al candidato derechista Miguel del Sel, estuvo cerca de ganar las elecciones y si bien su caudal llegó al 30% del electorado, el mismo no es suficiente [si hubiera ganado], para lograr “gobernabilidad”, tal como se prevé que puede ocurrir con el candidato ganador.
Es una muy buena elección teniendo en cuenta su corta campaña, pero el tinte mediático de su candidatura, su previa popularidad como cómico, el empuje recibido con el triunfo de Mauricio Macri en Buenos Aires y una prensa en general favorable, hacen que sus resultados dependan de demasiados factores extrínsecos lo que pone en duda su sustentabilidad en el tiempo, más allá que hasta octubre se transforme en bandera de la oposición en general.
La otra cara opositora es el socialismo santafesino, que ganó por escasos números y perdió en relación a sus anteriores performances. Es ideológicamente opuesta al candidato derechista del PRO, Miguel del Sel y si se quiere más afín al kirchnerismo, aunque se distancia de cierta “forma” autoritaria del gobierno federal.
Ofrece su propio candidato presidencial para octubre en la figura del saliente gobernador Hermes Binner, aunque hasta el momento ha demostrado escasa capacidad de fuego para las elecciones nacionales, dado que con un 38% en su distrito, no alcanza para abrigar demasiadas expectativas.
Algunos candidatos nacionales festejan por anticipado un triunfo que no les pertenece y cuyas proyecciones no aparecen como suficientes para influir en la elección nacional de octubre. Tal es el caso del candidato radical Ricardo Alfonsín que en su momento se alegró el triunfo de Mauricio Macri como si fuera suyo, olvidando que el candidato porteño había sido su “límite”.
El oportunismo de Alfonsín tampoco encontró límite a su euforia extrapolada, en el humilde triunfo del oficialismo, partido al que rezagó para aliarse con el peronismo de derecha de Francisco de Narváez. Sin embargo y fiel a sus convicciones, Hermes Binner desechó la posibilidad de que tenga un acercamiento con otros sectores de la oposición de cara a los comicios presidenciales al considerar que Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín "son nombres para mirar para atrás".
Las elecciones santafesinas dejan una lección tanto para la oposición como para el oficialismo: los votos no pertenecen a nadie y la sensibilidad de la opinión pública no siempre es paralela a la sensibilidad de la opinión publicada ni a las encuestas. Octubre, todavía es lejano y cualquier hecho puede repercutir en el resultado. Es el mejor momento para la ciudadanía.
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