sábado, 15 de enero de 2011

* Humor político:Alejandro Borensztein -Hijo del inolvidable TATO BORES





El censo de los malos




Por Alejandro Borensztein,
Arquitecto y productor de tv


¿Cuántos turros hay en la Argentina? Para el Club de los Malos, el censo es muy importante. No sólo porque nos permite conocer el número exacto de Corderitos de Dios a los que van dirigidas nuestras guachadas, sino porque también nos permite saber de cuántos hijos de puta disponemos para producirlas.



Si bien las cifras definitivas aún no se conocen, se estima que la población total del país, asciende a 48 millones de habitantes. El Club de los Malos cuenta actualmente con 34.322 miembros activos, incluyendo desde el CEO de la institución hasta el último agente de cualquier Jefatura Provincial de Turros.



Eso significa que tenemos operando contra la sociedad, un guacho cada 1.398 habitantes. Sin duda, la mejor relación turro per cápita de América Latina.



El Producto Guacho Interno, o sea la cantidad de guachadas que producimos anualmente contra la población, viene en aumento sostenido desde hace más de un siglo. Pero el dato más importante es que el CDLM tiene detectados casi 680.000 turros desperdigados por la Patria, que aún no han sido incorporados a la organización.



¿Cómo se detecta a un guacho que no ha sido reclutado y a quien podríamos ayudar a desarrollar todo su potencial?


Muy simple: un grupo de jóvenes pasantes del CDLM recorre las ciudades buscando gente que no levanta la caca de su perro o que tapa con trapos o cintas de color las patentes de su auto para evitar las fotomultas, sólo por dar algunos pequeños ejemplos.



Detrás de cada excremento canino, hay un guacho anónimo ávido por progresar. Un desempleado del mal. Un marginado del camino hacia la hijaputez organizada. Alguien a quien el CDLM siempre estará dispuesto a tenderle una mano en la búsqueda de su realización personal.


Una vez detectado este diamante en bruto, una cuadrilla especializada, surgida en un casting entre vendedores de complejos de tiempo compartido, lo recluta para el CDLM.



Finalmente, se los incorpora a un plan de entrenamiento y formación, a partir del cual hacen pasantías en partidos políticos, reparticiones públicas, o empresas emblemáticas como bancos, prepagas, seguros, transporte y tantos otros.



Y así, de a poquito, se va garantizando el recambio generacional del mal.



A la espera de los resultados del censo, y siguiendo con la agenda habitual, el Club de los Malos evaluó las acciones que han venido realizando los distintos Jefes de Encarajinamiento político. Como siempre, se repartieron halagos y reprimendas.



Todos los encarajinadores de la oposición fueron elogiados. La disgregación de los dirigentes, así como la falta de definiciones y propuestas políticas concretas, nos permite suponer que el proceso de destrucción de toda fuerza opositora marcha viento en popa.
Nunca tantos hicieron tan poco en tanto tiempo.



Pero también debemos asegurar que la debilidad opositora no permita el crecimiento oficialista.



El plan del CDLM para que el kirchnerismo se autodestruya, está basado en dos proyectos estratégicos.



Por un lado, nuestros encarajinadores infiltrados en el gobierno fogonean la confrontación, la fisura con la sociedad no kirchnerista, y ese encantador lenguaje descalificador, militarizado y sectario, que los aleja de toda construcción civilizada y mayoritaria. Música para nuestros oídos.
Por otro lado, más allá de lo colectivo, se trabaja en la demolición individual de cada figura oficialista.



Como en el futbol, la táctica es importante pero lo que desequilibra son las individualidades.


Aquí cabe resaltar el trabajo del flamante encarajinador K destacado en el Ministerio de Economía, que había prometido hacerle decir al ministro Boudou que “la inflación no es un tema y sólo afecta a las clases medias altas”.



¿Quién hubiera imaginado que este joven talento del CDLM lograría que un ministro moderado diga semejante burrada?
Pero no todo es alegría.



El encarajinador K destacado en la Cancillería fue duramente apercibido.


Son tantas las barbaridades que le hace hacer al ministro Timerman que termina siendo contraproducente.



Los últimos actos del canciller, tales como enojar al presidente Mujica, lanzar la candidatura de la Presidenta en el momento menos oportuno, y esa maravillosa imagen tomada en el acto partidario de Boedo, donde el ministro que representa al país en el exterior, aparece micrófono en mano, y con el otro brazo en alto, cual barrabrava, cantando “Andáte Cobos la puta que te parió” y su variante musical que dice “Andáte Macri, la puta que te parió”, puso una señal de alerta en el CDLM.


Pocos funcionarios perjudican tanto al gobierno como él. Pero si exageramos, lo más probable es que lo echen.


La orden del Jefe de Encarajinadores Políticos fue clarísima: “Necesitamos a Timerman dentro del gobierno y no afuera. No abusemos”.
Terminando la semana, se realizó un ameno cocktail para conmemorar el Día de la Turrada Aeroportuaria.


En la ocasión, agasajamos a una delegación de autoridades migratorias españolas, a quienes se les entregó una plaqueta en reconocimiento por el maltrato al que someten a ciudadanos argentinos cuando llegan a Madrid.


Al recibir la distinción, uno de los turros ibéricos explicó que la técnica consiste en elegir al azar a un ingenuo pasajero a quien luego de 12 horas de vuelo, se lo encierra incomunicado, se lo priva de alimentos y medicinas durante todo el tiempo posible, y finalmente se lo envía de regreso a su país.
La sencilla ceremonia se realizó en el Aeropuerto de Ezeiza, animada por el show que, en el hall central, había organizado el CDLM, enfrentando a dos gremios aeronáuticos justo el mismo día que cerraba el Aeroparque y se trasladaban allí todos los vuelos.


El caos que provocamos dejó varados a miles de pasajeros enfurecidos que agredían al personal de mostrador.



Un simpático pandemonio que preparamos para que nuestros hermanos españoles, sepan que nuestros guachos no son menos talentosos que los de ellos.
Todavía no están los datos finales del censo. Faltan los números exactos y definitivos, pero la tendencia es inexorable. La naturaleza es sabia. Los malos no somos ni muchos ni pocos. Somos la cantidad justa, necesaria y suficiente para arruinarle la vida a toda la sociedad

FUENTE.diario Clarin.com-
06/11/10

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