Al fin de cuentas,
no es tan poderosa la adversidad como aparenta.
Se debilita pronto su estrategia
al vernos reunidos
otra vez en bandada, enjambre
tribu, clan, cardumen…
a pesar de ella y todas ellas,
felices de andar juntos
en paz con nuestras incertidumbres
indeterminados, inacabados
pero juntos.
En causa común, a pesar de ella y todas ellas
Desenmascarando a los traficantes de miedos
o de efímeros deseos
que consumen a mordiscones
nuestro discernimiento.
Al fin de cuentas,
no es tan poderosa la adversidad como simula.
Se espanta fácilmente con nuestras risas, nuestros cantos
a pesar de ella y todas ellas.
Se confunde al ver nuestras manos y sus sombras
labrando una y otra vez
con hilachitas de constancia
la red que nos ampara , nos fortalece y nos anima.
Queda atónita ante nuestra hospitalidad,
nuestro agradecimiento constante
por ofrecernos la oportunidad
de conquistar nuevas y mejores libertades:
cambiar de opinión, por ejemplo
y de ser necesario
mudar el pensamiento como ella sus disfraces
No es tan poderosa la adversidad después de todo
si no logra cautivarnos con la aparente seguridad
de preceptos y templos vacíos
No es tan poderosa, al fin de cuentas
si no es capaz de convencernos de nuestra incapacidad
de transformar y transformarnos,
de cerrar filas, codo a codo,
corazón a corazón
a pesar de ella y todas ellas.
Marta Goddio. 21/03/10


No hay comentarios:
Publicar un comentario