Cervantes y
Shakespeare murieron el mismo día, y, a raíz de ello, se homenajea la palabra,
esa palabra que cada vez tiene menos respaldo como representación de valores y
de actos concretos, y que es modificada y dimensionada por la frivolidad de los
hombres.
En principio, no
vamos a analizar el peso de la palabra como compromiso real de quien la usa,
porque tendríamos que recurrir a balanzas atómicas y se opacaría una tradición
de los últimos años, más afianzada cada día, que nos identifica en todo el
mundo como el país de la sanata. Vamos a mirar solo lo fidedigno del lenguaje.
Events es un
término muy usado por los norteamericanos para referirse a cualquier tipo de
acontecimiento, fundamentalmente deportivo. En nuestro país, los periodistas
deportivos, tan afectos a inventar términos novedosos que impacten y los posicionen
ante los futboleros, lo copiaron y comenzaron a usar el término evento para
cualquier espectáculo deportivo realizado o programado.
En realidad, la
palabra evento, comunica algo eventual, es decir cualquier acontecimiento
imprevisto, azaroso, incierto… que no se puede prever ¿Se entiende? Un
accidente, un cataclismo… sin embargo, en nuestro país los eventos se programan
y anuncian prolijamente con mucha antelación.
¿Qué hace la RAE globalizada? Lo incorpora
al lenguaje argentino bastardo que propuso el modernismo superficial.
Ya se; me van a
decir: ¡Qué cavernícola, se opone a la modernización del lenguaje vivo que se
enriquece día a día!
¿Si? Y cuando
yo quiera definir algo eventual… ¿QUÉ DIGO? En realidad, he perdido, me robaron
una palabra.
Y lo mismo pasa
con la palabra pelotudo, tan específica, que defendió Fontanarrosa, y que ahora
la RAE se ha
encargado de desvirtuarla, convirtiéndola en tonto.
Quilombo, que ha pasado a
ser algo así como un desorden o lío, etc., etc., etc.
Así vamos
cambiando nuestro lenguaje, tal como las circunstancias que vivimos nos lo van
indicando, como la tele nos va enseñando, como los medios nos van diciendo, sin
detenernos a pensar en la esencia, en lo genuino, en la pureza de algunos significados
que son inmodificables, atemporales y trascienden los caprichos e intereses de
la frivolidad humana.
¿Es una
tontería? No, porque las palabras deben ser el reflejo de nuestras acciones, y al
no darle importancia a su real significado, entramos a confundir la validez y
correspondencia de los actos que comunicamos.
El tema es que
cada vez aceptamos y adoptamos más cosas que nos caen, sin detenernos a pensar,
o importarnos si realmente nos enriquecen como personas.
Y así nos vamos
al carajo.
Y como me
parece que algo tiene que ver, les paso unas palabras de Oscar Wilde:
“La moralidad
moderna consiste en aceptar el modelo de una época.Considero que
para cualquier hombre culto, aceptar el modelo de su época es el modelo más
grande de la inmoralidad.”
Hugo L. Bonomo
nota del Editor de este Blog:
Hugo L. Bonomo es un conocido fotógrafo
santafesino,escritor y poeta. Egresado del
famoso Instituto de Cinematografía de la
U..N.L, que creó y dirigió el mítico y
polifacetico Fernando Birri.
santafesino,escritor y poeta. Egresado del
famoso Instituto de Cinematografía de la
U..N.L, que creó y dirigió el mítico y
polifacetico Fernando Birri.
Agradezco a Hugo su autorización para
publicar este texto y le reitero que mis
Blogs están a su disposición.
publicar este texto y le reitero que mis
Blogs están a su disposición.
Lic. Jose Pivín
frente al puerto de Haifa
frente al mar Mediterráneo


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