Con acento en la cultura y la felicidad
La inauguración del período ordinario de sesiones fue además, una despedida anticipada del mandatario, que entregó un balance por escrito, y eligió poner el eje discursivo en los emprendimientos culturales, como el Puerto de la Música.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
Hermes Binner inauguró ayer el período ordinario de la Legislatura con el último discurso de su mandato. Una despedida anticipada, a veinte días de las primarias que decidirán los candidatos del oficialismo y la oposición y a ochenta de las elecciones que definirán al sucesor en la Casa Gris. El gobernador se dedicó a leer su mensaje con un cierto tono nostálgico y sólo una vez se apartó del texto escrito. Fue cuando repasó su carrera política. "Quiero decirles que de todos los cargos públicos que he ocupado, en la Universidad, director de hospitales, secretario de Salud Pública, concejal, intendente de Rosario, diputado nacional, de todos ellos, el que más me alegró la vida y me hizo feliz fue gobernar esta hermosa provincia de Santa Fe", dijo. Y prometió seguir gobernando hasta el 10 de diciembre, con "gran alegría y mucha felicidad".
Binner no habló sobre la campaña, pero el montaje político lo hizo por él. El protocolo ubicó a los tres aspirantes a sucederlo en el Frente Progresista en la primera línea de invitados: el ministro Antonio Bonfatti, el intendente de Santa Fe, Mario Barletta y el senador Rubén Giustiniani. Los tres juntos para la foto. Reservó un costado de la fila para el candidato del Frente para la Victoria, Agustín Rossi y dejó más atrás a sus competidores: el intendente de Rafaela, Omar Perotti y el senador capitalino Juan Carlos Mercier. Y en las barras, el aplauso asegurado por funcionarios y militantes socialistas.
El gobernador caminó las tres cuadras entre la Casa de Gobierno y la Legislatura, por veredas despobladas por el frío y el viento. En la explanada, se cruzó con pequeños grupos de manifestantes. Uno de productores algodoneros del norte santafesino que reclaman la expropiación de un campo en El Nochero. Otro de estudiantes excluidos del medio boleto. Y un tercero con militantes socialistas y ex disidentes del ARI que lo aplaudieron. Después, los que portaban banderas rojas entraron a las barras y los otros, siguieron afuera.
Llamó la atención el operativo de seguridad. Un patrullero cada cien metros y en las cuadras que rodean a la Legislatura el despliegue logístico: un grupo electrógeno portátil, dos ambulancias, una autobomba, equipos de la Policía Científica y la Prefectura, dos ómnibus repletos de efectivos, uno de ellos con tropas de la Guardia de Infantería Reforzada.
"En las antiguas contabilidades se acostumbraba a hacer memoria y balance de los emprendimientos", dijo Binner en el arranque del discurso. Entregó por escrito el balance. Y ensayó un ejercicio de memoria de su gobierno, que "pone el acento en los símbolos, imágenes y momentos vividos y encierra a su vez, como toda memoria, una manera de poner en juego los objetivos que nos trazamos. Se trata de una memoria en movimiento, que integra toda la provincia y no separa el extenso territorio de los ciudadanos que lo habitan", agregó.
Entre otras cosas, Binner rescató el proceso de regionalización de Santa Fe. "La gente nos indicó una nueva forma de gobernar la provincia. No para dividir, sino por el contrario, para sumar, integrar, crear identidad, aglutinar la producción y el trabajo, la cultura y la historia", sostuvo. "Vincular las regiones por dentro y entre ellas, es un gran desafío que se extiende hacia adelante. Conocer nuestra identidad, es un derrotero inagotable. Superar las falsas divisiones Barrancas al norte, Barrancas al sur, es ganarle a los estereotipos. Hoy, contamos con emprendimientos productivos, educativos y culturales, que interrelacionan ciudades y regiones, y las hacen crecer en común. Cuando vencemos los obstáculos, gana la provincia, gana su gente", dijo el mandatario. Y bajó primer aplauso desde las barras repletas de socialistas. La escena se repitió en el Senado, donde se había montado una pantalla gigante para el acto.
Binner dedicó buena parte del discurso a repasar lo que llamó "las imágenes y símbolos de la gestión", desde que ordenó retirar las vallas de la Casa Gris, en diciembre de 2007 o devolvió un cuadro de Quinquela Martín que había en su despacho, hasta sus últimas decisiones. Es un relato de lo que vio en todos estos años. "Hemos visto filmar a Fernando Birri con enorme emoción su Fausto Criollo y hemos visto también a un niño, tratando de usar el martillo en El Molino Fábrica Cultural. Los dos nos hicieron sentir que estaba garantizado lo que somos, lo que seremos, lo que heredamos", dijo.
"Hemos visto desde el corazón del mundo ferroviario surgir La Redonda, espacio multicultural que articula arte y vida cotidiana". Y "cada vez que una iglesia, una sinagoga, una sociedad italiana, un edificio público, recupera su fulgor patrimonial, pensamos en esta provincia, de historia peculiar, y nos decimos que esa historia tiene que darnos lumbre y resistencia para continuar construyendo desde Santa Fe un proyecto de Nación".
"Marchamos en el Bicentenario de la Patria en Buenos Aires y en cada ciudad de nuestra provincia con la convicción de sentirnos santafesinos. Cuando tomábamos la bandera más larga del mundo, sabíamos que Santa Fe es tierra de creadores, de emprendedores, de trabajo, legalidad, lucha y esperanza. El país lo sabe, los santafesinos lo reconocen, es nuestro idioma y nuestro derrotero para seguir creciendo. Durante nuestra gestión, se han descubierto en una casa en los suburbios de Puerto Gaboto el Fuerte de Sancti Spíritu, primera población española en Sudamérica".
"A su vez, proyectamos y estamos por comenzar a construir el Puerto de la Música, del genial Niemeyer, en Rosario. Entre la excavación y la inclusión alrededor de la música, entre la historia, la producción y la innovación, está el arco de nuestro programa. Son símbolos vivos de lo que propusimos: incluir a todos los santafesinos en la participación, el trabajo, la salud, la justicia, la educación y la cultura. Esa es la dimensión de nuestro proyecto social: de la garantía de derechos al derecho a la felicidad de todas las santafesinas y santafesinos", concluyó.
fuente: PAGINA 12
2 DE mAYO 2011
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