Artesanos e industriales
Introducción:
Antes
de ingresar de lleno al tema, consideramos prudente hacer algunas aclaraciones,
a los efectos de establecer los límites del trabajo.
La
ya varias veces centenaria historia del asentamiento de la ciudad comienza tres
siglos antes de la llamada Revolución Industrial, por lo que
"industria" y "artesanía" estarán incluidas.
El
ámbito económico, en el que se desarrolla la vida productiva del núcleo urbano,
excede en muchos casos los límites del ejido territorial del municipio
capitalino, lo que motiva que el área geográfica en que se ubican los
establecimientos o se desarrollan las actividades productivas incluidas en este
bosquejo es la que, sin demasiadas precisiones, podemos denominar Gran Santa
Fe.
Es
conocido que en la República Argentina, la rama del conocimiento denominada
"economía urbana" ha tenido escaso desarrollo; a esto se suma en
nuestro caso la falta de trabajos sistemáticos y abarcativos sobre historia
económica de nuestra ciudad.
Para
la presente colaboración se ha recurrido a diversos trabajos que encaran de
manera parcial o sectorial el tema, corriéndose el riesgo de caer en omisiones,
incluso significativas. Por ello se hace la salvedad de que este trabajo no es
exhaustivo.
La etapa colonial y las primeras décadas del siglo XIX
La
fundación de la ciudad y su posterior traslado se inscriben en una estrategia
de ocupación territorial, reiteradamente tratada por los historiadores.
No
se debió a la existencia de algún recurso natural de especial valoración en ese
entonces.
Fundamentalmente
se apreciaba la proximidad del río y la posibilidad de establecer un punto de
transferencia de comunicaciones y transportes entre los modos terrestres y
acuáticos.
Incluso
en tiempos de la fundación aún no había proliferado la existencia de ganado
vacuno y caballar, que caracterizaría a estas llanuras en los siguientes
siglos.
La
llanura con tierras fértiles, en un clima templado y razonablemente húmedo, no
constituía por ese entonces un recurso particularmente atractivo.
La
cultura de la producción de cereales y oleaginosas se agotaba en la
satisfacción de las necesidades de la demanda del mercado local, que según
actas del Cabildo nunca se cubrían, originándose períodos de escasez y
carestía.
En
esto la ciudad y su hinterland se diferenciaban de otros asentamientos
coloniales en el territorio de lo que es hoy la República Argentina, que
producían algunos productos que excedían la demanda del mercado local. Yerba
mate en Misiones, vino en Cuyo, azúcar en Tucumán, hilados y telas en los
valles y altiplanicies andinas, etc.
La
población aborigen de la región había vivido y vivía en la llamada cultura de
los "recolectores de alimentos", una etapa previa a la aparición de
la agricultura, y con ella la superación del nomadismo y la generación de
hábitos de previsión.
Las
actas del Cabildo describen que luego del "traslado", paulatinamente
se van construyendo viviendas y otros edificios de "muros de ladrillos y
cubiertas de tejas", muy probablemente producidas en el entonces pequeño
poblado.
Las
tareas industriales-artesanales efectuadas en los primeros siglos probablemente
se vincularon con la satisfacción de las necesidades elementales del pequeño
número de habitantes, que lentamente crecía entre los cursos fluviales del
Salado y el sistema del Paraná.
Cabe
recordar que con anterioridad a la Revolución Industrial la mayoría de la
población se limitaba a demandar para su subsistencia un número muy limitado de
bienes y servicios, conforme a sus necesidades de alimentación, vestido y
vivienda.
Los
historiadores narran que en períodos de florecimiento del comercio se
construían o reparaban carretas y seguramente se efectuaban reparaciones de
embarcaciones o la construcción de otras de menor porte.
En
el marco del proyecto de país delineado por la Constitución de 1853 se fundó la
Colonia Esperanza en 1856 y poco después las de San Carlos y San Jerónimo
Norte.
El
impacto de estas innovaciones sobre la ciudad se fortalece a partir de 1885
cuando el ferrocarril vincula a las colonias con Santa Fe.
Otros
aspectos destacables de la Revolución Agrícola Santafesina son: que la misma
desde un inicio se planteó como agricultura comercial, ya que el colono
producía para "vender" no sólo para subsistir; que pronto la
producción cubrió la demanda del país y generó saldos exportables.
La
Revolución Agrícola generó cambios en múltiples aspectos. Respecto de la
producción industrial-artesanal, la clasificación se realiza teniendo en cuenta
cuatro grandes aspectos:
1. El agregado de valor a la
producción primaria.
El
cultivo dominante en el entorno ciudadano era el del trigo. Pronto aparecen los
molinos que lo transformaban en harina y otros subproductos.
Para
hacer algunos nombres en la exposición efectuada en la ciudad de Santa Fe en
1887 se presentaron productos de los molinos: Bauer y Sigel; Droz; Palacios;
Wildemuth; Melosi y Cía.; Mayer Hnos. y Borsoni y Tuells.
Otra
rama que tuvo temprano desarrollo fue la relacionada con el curtido y laboreo
del cuero.
A
partir de los cereales y otros productos de la tierra comenzaron a funcionar
destilerías que producían aguardiente y alcoholes.
2. La fabricación de
herramientas y equipos para la producción agrícola.
En
la mencionada exposición de 1887 se presentaron los siguientes equipos
producidos en la ciudad de Santa Fe:
Metrailler (Guadalupe) arado de sacar
papas; Carlos Cerana, noria completa y máquina de hacer fideos.
De
la producción de otras localidades se exhibieron: Schneider Hnos. de Esperanza;
arados de varias rejas y sembradoras; de la misma localidad, la firma Muller,
una bomba de agua, y Carlos Meiners artículos de talabartería y arreos. Falco
de San Agustín, un carro de cuatro ruedas.
3. Trabajos vinculados con los
sistemas de transporte.
La
instalación y el funcionamiento de los ferrocarriles a partir del 1º/1/1885,
requirieron de la existencia de talleres para el mantenimiento y reparación de
vagones y locomotoras. Esos talleres introdujeron otras modalidades de trabajo
en la zona y la aparición de nuevas especialidades laborales como caldereros,
forjadores y torneros.
Con
respecto a los transportes acuáticos, Alfredo Mareori de Santa Fe presentó en
la exposición provincial efectuada en Rosario en 1888, "una ballenera de
7,40 m de largo y otro barco de 18 m de largo".
4. Incremento acentuado de la
industria de la construcción.
El
rápido crecimiento poblacional, que las transformaciones generadas por la
puesta en producción agrícola del recurso tierra, hasta ese entonces
mayoritariamente ocioso, generó una rápida y creciente demanda de viviendas y
otros edificios destinados a cubrir las necesidades de servicios de una
población cada vez más numerosa.
A
la tradicional fábrica de tejas de los Cervera, ubicada en tierras de lo que
hoy conocemos como Parque del Sur, se le sumó en 1928 el importante
establecimiento ubicado en el paraje La Guardia de los Hermanos Alassio, que
comenzó produciendo ladrillos, tejuelas y baldosas, dedicándose después a los
productos de gres cerámico vitrificado y sin vitrificar.
Como
se sabe, la construcción es una "industria industrializante", ya que
para su funcionamiento requiere el aporte de productos de otras ramas.
Cerámicas, carpinterías, herrerías, mosaiquerías, etc.
El
espectacular crecimiento económico de fines del siglo XIX y comienzos del XX no
sólo generó atracción poblacional, que aportaba sostenidamente mayores
demandas, sino también un fortalecimiento de los recursos disponibles para la
inversión pública.
El
modesto poblado de comienzos del siglo XIX tuvo, un siglo después, capacidad
para ejecutar obras de envergadura (terminales ferroviarias, Casa de Gobierno,
Teatro Municipal, importantes templos, etc.).
El
anuario estadístico municipal de 1910 registró, para la jurisdicción de la
ciudad, los siguientes tipos y cantidades de establecimientos:
El
listado no incluye fábricas de pan, herrerías, carpinterías, etc., que sin duda
existían, pero que probablemente no fueron considerados establecimientos industriales.
Tampoco
considera las "lecherías" como "en gran escala" (1887) de
los Sres. Clucellas / "Lechería Modelo" (1889) del Sr. Quevedo /
"La Granja Blanca" (1899) de Jacinto Demaría.
La
industria láctea, que tuvo importancia en la ciudad a partir de 1910, será
tratada por separado.
Unión Industrial de Santa Fe
Fundada
el 15 de agosto de 1923
Socios
promotores: Pablo Gervasoni, Julio Hateau, Guido Tognolo, Florindo Monti.
Antecedentes:
19 de setiembre de 1921: reunión de delegados de los grupos gremiales de la
sociedad industrial de la construcción y afines.
Comisión
general: Constructores: Domingo Tettamanti, Casimiro Lomello, José Mai,
Tarquino Gervasoni. Carpinteros: Antonio Marpiomi, Domingo Spagni, Carlos
Bellocchio. Metalúrgicos: Luis Leoni y Paolantonio. Marmoleros: Alcides
Napoleón. Pintores: Guido Tognolo. Yeseros y escultores: Pablo Rouquie.
En
1923, con el presidente ingeniero Alejandro Pozzo di Borgo, se disuelve
Industriales de la Construcción y Afines, y se creó Sociedad Unión Industrial
de Santa Fe.
Socios
fundadores: José Urbano Aguirre, Cándido A. J. Balma -metalúrgico-, Julio E.
Hateau, Abel R. González, Santiago Toreta, Antonio Marzioni, Guido Tognolo
-pintura-, Juan Saint Germain -metalúrgico-, Pascual Gagneten, Rafael Stamatti
-constructor-, Luis Leoni -metalúrgico-, Florindo Monti, Francisco Giorgi, Juan
Cordini, Marcos Ambrosio Socios fundadores y honorarios: Domingo Spagni
-carpintero-, Antonio Iaffei, Pedro Mazzuchelli, Néstor Casabianca -industria
láctea-, Eduardo Boglione, Pablo Gervasini, Pablo Cattaneo, Juan Simonutti,
Luis Tacca. Socios honorarios: Miguel Cerana, Artigas Sierra Gil.
1871
- Exposición de Artes y Productos Argentinos - Córdoba
La
provincia de Santa Fe expuso: fideos, cerveza, ladrillos, botines, maderas del
Paraná, cemento Portland, artefactos de hierro y bronce, harinas, maderas, etc.
1887 - Exposición de Santa Fe
Se
expusieron entre otros productos: harinas de los molinos de Bauer y Sigel,
Droz, Palacios, Wildemuth, Melosi y Cía., Mayer Hnos. Borsoni y Tuells. 8
stands de vinos y productos alcohólicos, 7 stands de cervezas, 5 stands de
aceites de nabo y lino. Máquinas para hacer fideos fabricadas en Santa Fe.
Bombas con diversos motores realizadas en Santa Fe y Esperanza. Máquinas de
coser bolsas fabricadas en Rosario. Muestrario de medallas acuñadas (Sr.
Caccia). Grabados, trabajos de alfarería, fotografías, muebles, etc.
El
jurado estuvo formado por los Sres.: Ignacio Crespo, Ricardo Aldao, Carlos
Cerana, Manuel Parma, Pablo Gómez, Luciano Leiva, Alejandro Lamothe y Dalmiro
Videla.
Premiados:
Aceites de maní y nabo - Bouchard y Caldeiron - Santo Tomé. Calzado - José
Guala. Arado para sacar papa - Metrailler - Guadalupe. Noria completa - Carlos
Cerana. Máquina de hacer fideos - Carlos Cerana
Premiados
de otras localidades: Licores - Costa y Falcone - Rosario. Licores - Pini y
Balbiani - Rosario. Cerveza - León Anthony - Esperanza. Calzado - Machello
Hnos. - Rosario. Art. talabartería y arreos - Carlos Meiners - Esperanza.
Arados de varias rejas - Schneider Hnos. - Esperanza. Sembradoras - Schneider
Hnos. - Esperanza. Carro de cuatro ruedas - Falco - San Agustín. Bomba de Agua
- Müller - Esperanza. Molino económico - Wildermuth - Rosario.
Productos de Santa Fe en Exposición Pcial. - Rosario - 1888
Columnas
de hierro fundido con capiteles - F. Grande y F. Falco. étiles sencillos para
labranza - Juan Weler. Rastra de dos cuerpos - Horler Schutz. Bebidas - Carlos
Stragiosti . Tipografía y Encuadernación - Colmegna. Ballenera y Barco -
Alfredo Maregri.
El
hecho de que parte de los inmigrantes que protagonizaron la "Revolución
Agrícola", procedían de regiones de Europa con tradición en la producción
lechera, provocó que este tipo de producción se desarrollara entre nosotros.
En
1903 se dicta la ley Nº 1.181 que exonera del pago de impuestos a los "...
que se ocupen de la elaboración de los productos de la leche".
Las
crónicas narran que ese mismo año Carlos Eguía pone en funcionamiento la
fábrica de manteca "a vapor" que denomina "La Manena".
Pronto
aparecerán otras iniciativas, entre las que podemos mencionar:
La
Familia (después Marymil) de Salvador Macagno y Cía. Inaugurada el 30/09/1909,
la inversión inicial fue de $ 150.000 entre la maquinaria que se importó de
Europa se destacaba una desnatadora "Alfa Laval".
Pronto abrió varias
sucursales e incorporó la fabricación y venta de hielo. Exportaba a Inglaterra
especialmente manteca y habría llegado a comprarle su producción a 1.200
granjeros.
En
1920 se transformó en la Sociedad Anónima Salvador Macagno y Cía. Ltda. con un
capital de $ 2.000.000.
La
Técnica, iniciativa de Néstor Casabianca, comenzó sus actividades en 1905 y se
organizó definitivamente en enero de 1911.
Pronto instaló sucursales en la
ciudad y designó representantes en Capital Federal y otras provincias.
Exportaba manteca y caseína a los EE.UU. e Inglaterra. Incluso hay registrados
envíos a África. En 1940, ocupaba aproximadamente a 400 personas.
Con el suero
alimentaban cerdos en la Granja La Esmeralda. En 1942, se incorporó la
producción de leche y huevos "en polvo".
La
Unión Santafesina fue establecida en 1916 por Enrique Monti. En 1926 elaboraba
20.000 litros diarios de leche fluida producida mayoritariamente por tambos de
la zona de Franck y Las Tunas.
La sustitución de importaciones
El
reemplazo de productos industriales, por otros de fabricación nacional, se
aceleró considerablemente a partir del inicio de la llamada Segunda Guerra
Mundial en 1939, al cesar la llegada de esos productos desde los lugares
habituales de abastecimiento: Europa y los EE.UU.; y se consolidó en la
posguerra cuando "la sustitución de importaciones" se transformó en
una política de Estado, con apoyo crediticio y protección arancelaria.
Pero
entre nosotros había comenzado mucho antes, impulsada por hombres inquietos y
hábiles para producir muy diversos productos. Esta realidad quedó claramente
evidenciada por la fundación el 15/08/1923 de la "Sociedad Unión
Industrial de Santa Fe", entre cuyos fundadores se encuentran empresarios
de muy diversas ramas.
La
nueva entidad reemplazó la fundada el 19/09/1921 con la denominación de
"Sociedad Industriales de la Construcción y Afines" en cuyos
registros aparecen los "constructores" Domingo Tettamanti, Casimiro
Lomello, José Mai, Tarquino Gervasoni, etc.
En
la misma entidad, actuaban los carpinteros: Antonio Marponi, Domingo Spagni y
Carlos Bellocchio; los metalúrgicos Luis Leoni y Paoloantonio; el marmolero
Alcides Napoleón y el pintor Guido Tognolo.
La
nómina de rubros representados por los asociados a la Uisa en 1943, que se
publica por separado, muestra la diversidad de la producción industrial de la
ciudad en ese entonces.
La
"sustitución de importaciones" produjo en la ciudad, y muy
especialmente en su área de influencia, que numerosas iniciativas artesanales
se transformaron en industriales evolucionando de manera dispar en las
siguientes décadas.
Denominamos
de esta manera al período que se inicia en 1959 con la presidencia del Dr.
Arturo Frondizi y la gobernación del Dr. Carlos Sylvestre Begnis en el cual el
impulso a la industrialización fue muy importante.
Aproximadamente
en este período se establecieron en el Gran Santa Fe:
Industria
Automotriz Santa Fe: que producía los automóviles "Auto Unión-DKW".
Impulsada por el Dr. Enrique Ariotti, se erigió en Sauce Viejo. Posteriormente,
las instalaciones fueron alquiladas por la multinacional Fiat que la fue
ampliando hasta llegar a producir tractores, motores y camiones pesados.
Tool
Research Argentina SAIC, se instaló próxima a la planta anterior dedicándose en
sus diversas etapas a la producción de engranajes, cajas de velocidades y
trabajos de galvanoplastia.
Un
grupo de industriales locales tuvo la iniciativa de impulsar a Metalurgia Santa
Fe para fabricar vagones, calderas y tanques.
Industrias
Urvig SA, que funcionaba en las proximidades de Av. Alem, montó en Sauce Viejo
una fundición de magnitud.
En
el rubro metalúrgico, también funcionó la acería El Rincón SA que producía
aceros especiales (al cromo, cromo/níquel y otros) en las proximidades de la
localidad del mismo nombre.
En
la industria de carrocerías, se impulsó la puesta en marcha de: Face SA,
carrocerías especiales para automóviles en Sauce Viejo, Beck Argentina SA
construcción integral de ómnibus en el camino a Córdoba y en el sur de la
ciudad Evasio Germán Varese fabricaba carrocerías de ómnibus.
En
los '60 la Unión Industrial fue presidida por los Sres. Juan Luis Balma,
Reynaldo Gervasini y Evasio Germán Varese.
Derivadas de la Facultad de Ingeniería Química
La
facultad de Ingeniería Química de la UNL, que durante varias décadas fue la
única en el país, preparó especialistas que en muchos casos desarrollaron su
vocación industrial en la ciudad. Entre otras recordamos a: Cidal, productora
de productos de látex impulsada por el ingeniero Golinsky. Celulosa Moldeada,
instalada en el puerto donde actuó el ingeniero químico Eduardo U. Zurbriggen.
Plastilit, alfombras para vehículos del ingeniero Eduardo Zogbi y Sra. Madel,
manufactura de elastómeros del ingeniero Italo Reale.
Desindustrialización y renovación
En
las dos últimas décadas, el panorama industrial de la ciudad se hace más
complejo. Por una parte nacen, crecen o se consolidan antiguos y nuevos
emprendimientos, algunos de singular importancia.
Se
expande la Cervecería Santa Fe y deja de funcionar la planta de Schneider.
Al
cierre del Molino Marconetti se suma el de Lupotti y Franchino. Dejan de
funcionar Sideral y Meitar Aparatos, se crean o expanden Fapersa, Cinter, Bahco
y Purina, entre otros.
En
el distrito Sauce Viejo, cesan su actividad establecimientos de importancia
como Fiat, Tool Research y la fundición Urvig.
Cesa
casi por completo la industria basada en el agregado de valor a la producción
primaria regional y crece o se consolida la que ofrece productos a un mercado
más amplio.
Para
terminar, una referencia al elevado número de establecimientos, pequeños en la
mayoría de casos, que satisfacen prioritariamente al mercado local de gran
cantidad de productos.
Participación en Ferias Internacionales
A
partir de 1855 en que se efectuó en Londres una gran feria internacional, este
tipo de exposiciones-competencias, se sucedieron en Europa y en Estados Unidos.
Las
exposiciones sirvieron para que jurados especializados juzgaran la calidad de
los productos y otorgaran premios, generalmente medallas.
Estos
premios o menciones constituían un gran orgullo para los empresarios que los
recibían. Generalmente, incorporaban a las etiquetas o pinturas de sus envases
reproducciones de esos trofeos.
La
información disponible indica que ya en 1867 la provincia de Santa Fe estuvo
representada en la Exposición de París, con granos y productos
"manufacturados de la industria pastoril", como carne salada,
charque, aceite de potro, velas de estearina, etc.
En
la Exposición de Filadelfia de 1876, fueron premiados: G. Bauer de Santa Fe con
trigos; Juan Peramon, también de Santa Fe, que presentó ceras. Valentín Beytya
de Santa Fe, tabaco para pipas; Cecilio Echevarría de Rosario, colección de
maderas; Fernando Madelin de Rosario con cerveza y Francisco Barelli, botas
granaderas.
Santa
Fe también estuvo presente en la Exposición Internacional de París de 1878,
aunque no se consigna en muchos casos, la localidad de origen del expositor.
Algunos de los que se presentaron fueron:
Gabriel
Carrasco: álbum de periodismo santafesino; Santiago Caccia: muestra de sellos y
de medallas; E. Fleuti: cuadros con muestras litográficas. Boullet e Ibarra:
sombreros de pelo de nutria (mención especial). J. Frango: bota granadera;
Jonás Larguía: fusil Larguía y lana cabra angora, Departamento de Agricultura
de Santa Fe: maderas; José Aldao: lana criolla; Telésforo Sturba: bebidas;
Pablo Rohwmam: semillas de lino; José Behormond: colas; Domingo Beney: cueros; Pellisier
Hnos. y Manuel Acuña de Colonia Iriondo: trigos; J. Larguía: alpiste y trigo,
de San Carlos; Hope Hnos.: trigo, de Colonia Candelaria; Luis Costa: bebidas,
de Rosario; F. Magdellin: cerveza, de Rosario (medalla de bronce); Letmann y
Gloria: aguardiente, de Esperanza (recibió medalla de bronce).
Participaron
en la Gran Feria efectuada en París en 1889, para celebrar el centenario de la
Revolución Francesa, pero no hemos podido encontrar la nómina de expositores y
de los productos que se presentaron. Como símbolo de esa exposición, se
construyó una torre de acero de alrededor de 300 m de altura. La torre que
luego tomó el nombre del diseñador, el ingeniero Eiffel, debía ser desmontada
al acabar el evento. Su desarme fue postergado y con el tiempo se transformó en
símbolo de la ciudad.
Actualidad del área metropolitana (*)
Los
cambios producidos en los últimos treinta años en la historia argentina
necesariamente impactaron en la actividad económica y, por ende, en el sector
industrial de la ciudad de Santa Fe y su zona de influencia.
La
caída del gobierno constitucional trajo consigo políticas en el terreno
económico que favorecieron la acumulación de renta financiera y desprotegieron
la actividad industrial. Se inició así un período de desindustrialización que
en principio impactó fuertemente en los establecimientos industriales, de mayor
tamaño, cuya rigidez estructural les impidió adecuarse a un nuevo escenario
caracterizado por una ilusoria apreciación de la moneda nacional con respecto
al dólar. Los establecimientos pequeños y medianos que también se vieron
afectados por este fenómeno, en algunos casos por su flexibilidad pudieron
adecuarse a las nuevas reglas de juego, no sin achicar sus estructuras en
cuanto a personal ocupado y capacidad de producción.
Producto de este proceso,
grandes establecimientos insignia del sector industrial santafesino cerraron
sus puertas, con el consecuente despido de empleados, algunos de los cuales
fundaron pequeños establecimientos industriales o de servicios.
Gráficamente y
si nos remitimos al censo económico del año '91, el 94 % de los
establecimientos industriales poseían hasta 20 operarios; el 5 % de 20 a 100 y
sólo el 1 % excedía esta cifra.
En
los '90 se aplicó en el país lo que comúnmente se denomina el proceso de
liberalización y desregulación económica, que retiró la protección a la
industria nacional y que indudablemente contribuyó al proceso de
desindustrialización. Sin embargo, la posibilidad de adquirir tecnología
permitió que algunos sectores, mediante la incorporación de maquinarias y
equipos de última generación, pudieron mantener su competitividad. No obstante,
en términos generales, se profundizó la expulsión de mano de obra del sector
industrial, producto de una nueva ola de cierre de establecimientos.
Para
tener una fotografía actual de cual es la situación del área metropolitana
Santa Fe, es válido remitirse a la composición de las empresas asociadas a la
Unión Industrial de Santa Fe, entidad que expresa la conformación del mismo. Como
rasgo distintivo podemos observar que en la ciudad se radica la única planta de
fermentos lácteos de Latinoamérica. Existe además, un conglomerado de empresas
fabricantes de bienes de capital, en especial para la industria de la
alimentación con un alto grado de incorporación de tecnología, que posee
fuertes capacidades competitivas que le permite la inserción en determinados
mercados externos. En el rubro de alimentos y bebidas, junto con la tradicional
cervecería, que hoy es una planta industrial de primer nivel, conviven otras
empresas con mucha inserción en el mercado regional y nacional, que elaboran
productos tales como jugos y gaseosas. También se elaboran alimentos
preparados, congelados y en polvo, e indudablemente alfajores. En lo que respecta
al sector metalúrgico, en el área metropolitana se localizan plantas que
elaboran desde aberturas y estructuras metálicas para la construcción, pasando
por autopartes, herramientas, válvulas para la industria petrolera, puertas
frigoríficas y equipos transportadores, entre otros productos. Debe agregarse a
la lista la única empresa de Latinoamérica que tiene certificación de calidad
para el diseño y construcción de grandes estructuras (centros de distribución,
edificios, etc.) en acero y placas de distintos materiales. También podemos
encontrar establecimientos que elaboran productos farmacológicos, caldos de
cultivos, reactivos para diagnóstico, sustancias especiales y sustancias para
la industria alimenticia como aromatizantes, colorantes, entre otros. En el
rubro químico podemos señalar fábricas de pinturas, algunas de ellas con más de
40 años de trayectoria, artículos para packaging, envases y embalajes, insumos
agropecuarios, productos plásticos, productos de limpieza y tocador y otros
como agua purificada. En un gran rubro que podríamos denominar otros bienes,
encontramos fábricas de materiales para la construcción de última generación,
productos de aluminio, equipamiento informático, colchones, aparatos para
laboratorio.
Sin
pretender ser taxativos en esta enumeración que evidentemente es incompleta, es
interesante destacar que el rasgo estilizado del sector industrial de la ciudad
y su zona de influencia, es la incorporación de conocimientos a las actividades
manufactureras, cuestión que lo distingue de otros asentamientos industriales
del país.
Daniel
Oblán
22-10-2004- DIARIO "EL LITORAL"
