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miércoles, 10 de abril de 2013

Una denuncia contra la corrupción...la carta del Dr. Rene Gerónimo Favaloro, uno de los más grandes medicos argentinos y universales de todos los tiempos, antes de poner fin a su vida!!!


"Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria.

Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Güemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles.

Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.

La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, 
eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).

Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente.

Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía.

A pesar de que los directores aseguraban que no había "retornos", yo conocía que sí los había.

De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo.

Este era nuestro único contacto.

A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación.

Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular.

Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.

La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno.

Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.

¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!

Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.

Lo mismo ocurre con el Pami. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país.

Valga un solo ejemplo: el Pami tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico, no a mí directamente).

Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.

El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno.

Lo mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga).

El médico que envía a estos pacientes por el famoso "ana-ana" sabe, espera recibir una jugosa participación del cirujano.

Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más!

¿De dónde proviene este infundio?

Muy simple: el paciente es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. "Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?". "Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe". ¡El cirujano "de real valor" además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!

Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las "indicaciones" de su cardiólogo. "¿Doctor, usted sigue operando?" y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre.

Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional. Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna "lecture" de significación.

Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos.

Pero aquí, vuelven a insertarse en el "sistema" y el dinero es lo que más les interesa.

La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar.

Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter, Eco, Cámara Gamma y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastías, etc. etc., están incluidos.

No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle "la operación económica" y ¡entregará el "sobre" correspondiente!.

La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar.

Es fácil decir "no hay camas disponibles".

Nuestro juramento médico lo impide. Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica.

En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben. Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una!

Aquí, ni soñando.

Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!.

Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.

¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?

Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.

La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!

Sin duda la lucha ha sido muy desigual.

El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.

Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al "sistema".

Sí al retorno, sí al "ana-ana".

"Pondremos gente a organizar todo". Hay "especialistas" que saben como hacerlo. "Debés dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabés nada, que no estás enterado". "Debés comprenderlo si querés salvar a la Fundación".

¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!

En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil.

No puedo cambiar, prefiero desaparecer.

Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: "A mí no me ha derrotado nadie".

Yo no puedo decir lo mismo.

A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las "leyendas del milenio" en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países, desde Suecia a la India, escuchando siempre lo mismo. "¡La leyenda, la leyenda!"

Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación.

Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.

Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza.

Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.

Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.

No puedo cambiar. No ha sido una decisión fácil pero sí meditada. No se hable de debilidad o valentía.

El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.

Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.

Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural.

Perdónenme, pero creo, es cierto.

Espero que me recuerden así.

En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.

En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados.

El lunes no podría dar la cara.

A mi familia, en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años.

No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.

Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.

Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.

Un abrazo a todos,

René Favaloro, 29 de Julio 2000 -14,30 horas



fuente: llegó en un e-mail. No se cuando fue publicada por primera vez y donde, pero
se que fue publicada en muchos Blogs. Dada la importancia de dicho texto, que es un verdadero "Testamento" de un gran medico y excelente persona, una denuncia pública sobre la corrupción que debe extirparse de la sociedad, la publico aquí.
Bendita sea la memoria del Dr. Favaloro, verdadero heroe de la Argentina.


Lic. Jose Pivín

frente al puerto de Haifa
frente al mar Mediterráneo  

sábado, 6 de abril de 2013

Hugo Luis Bonomo: Los futbolistas; héroes patrios






Los futbolistas, como su nombre lo indica,
juegan al fútbol, los jugadores profesionales
de fútbol trabajan de futbolistas y los que
son muy  habilidosos se hacen ricos en
unos pocos años.

Es como un trabajo, con la diferencia que la
mayoría de los mortales tienen que trabajar
hasta los 65 años por un sueldo (que puede
ser el equivalente de lo que gana un futbolista
en un día) y, después, tratar de sobrevivir. 

Paralelamente a su trabajo para vivir, es
probable que haya integrado alguna
cooperadora, comisión, o algo parecido,
para dar algo a la comunidad. También es 
probable que haya estudiado muchos años,
para ejercer alguna profesión o que sea
educador, entonces su trabajo, si es un
buen educador, estará formando personas
que forjarán el futuro de la patria o, si es
investigador, tal vez pueda enriquecer a la
humanidad.
Y así hay gente que trabaja toda su vida
para ganar mucho o poco dinero, que,
como es lógico, utiliza para su propio
beneficio; y está bien.

Pero ahora lo realmente importante es
el fútbol, y más en nuestro país. 
Y no importa si a usted le gusta el fútbol
o no, lo mismo tiene que pagarlo, además
de ver y escuchar, en los medios de
comunicación, a técnicos, dirigentes y
futbolistas, todos los santísimos días; y
no se si está tan bien, pero es así.

Lo que realmente llama la atención, y para
mi es una novedad la generosidad, la
filantropía y el magno aporte patriótico
de muchos de ellos.

Resulta que los tipos cobran millones
por lo que hacen, pero además cobran
millones por una marquita en su ropa y
otro tanto por publicidades, reciben dinero
por dar notas, por los paneles detrás
suyo y los parientes  de los que son
más famosos, también lucran haciendo
lo que sea. 

Pero cuando hablan usted se entera
que son seres sacrificados que se
entregan íntegramente por el amor a 
su patria, algunos, otros para que sus
padres, hijos, familia sientan alegría y
orgullo por su pariente. Los más modestos,
por alegría y orgullo propio, y alguno más 
delirado; esto es algo más que le regala
a la patria, que tanto le debe por todo lo
que le ha dado…, en fin, es un regalo de
Dios que todos los argentinos debemos 
agradecer y saber valorar. De guita…
ni hablar.

Todos debemos sentirnos felices de
poder verlos en sus Hammer, en sus
BeEme, o en limusina, cuando se casan.
Todos debemos estar orgullosos de
nuestros jerarquizados representantes
y no fijarnos en tontas groserías o
pequeños vicios que puedan tener algunos,
porque ellos se están entregando
íntegramente por amor a la patria, y, por
ende, están perdiendo parte de su ser
para entregárnoslo a nosotros;
enriqueciéndonos para que seamos más
grandes.

Loas a los ídolos-héroes que no
mencionan el dinero porque es lo que
menos les importa, e irían a jugar lo
mismo por amor al deporte, porque esa
es la esencia del fútbol actual. Hasta
me animaría a decir que pondrían dinero
de su bolsillo para representar a su patria.

Gocemos de su generosidad y
alimentémosno con la  alegría del regalo
que nos hacen desinteresadamente,
mientras tanto pensemos que con lo que
ganan cada uno de estos muchachos,
por año, se hubiese podido salvar la vida
de Favaloro.

 H. L. B.
   
Hugo L. Bonomo


nota del Editor de este Blog:

Hugo L. Bonomo es un conocido fotógrafo 
santafesino,escritor y poeta. Egresado del 
famoso Instituto de Cinematografía de la 
U.N.L, que creó y dirigió el mítico y 
polifacetico Fernando Birri. 

Agradezco a Hugo su autorización para 
publicar este texto y le reitero que mis 
Blogs están a su disposición.
  
Lic. Jose Pivín
frente al puerto de Haifa
frente al mar Mediterráneo  



FAVALORO:
El doctor René Favaloro fué un especialista
en medicina y cirugia cardiovascular.Nació en
1923.Creó un Centro Médica de importancia y
prestigio internacional y también una Fundación
para atender a la gente con estos padecimientos.

Su Fundación recibía apoyo estatal, pero
durante el gobierno del Dr. De la Rua
practicamente le restaron apoyo y despues de
reiterados pedidos al Gobierno decidió quitarse
 la vida, agobiado por la falta de apoyo y
comprensión a una noble tarea como la que
estaba realizando.
Su muerte consterno a todo el país, de todos
los estratos sociales, pero como siempre,
ya era tarde. 
Fuente: www.taringa.net