martes, 28 de octubre de 2014

Mónica Laurencena, poeta, escritora y docente santafesina nos presenta su "Am-istad enlutada".









Mónica Laurencena.


Am-istad enlutada.

Encriptada
en una encrucijada
creo sin retorno.
Enrarecido cierto aire
ya no habrá regresos.
Ese dolor se terminó.
Me prohibo a mi misma
sentir esas lágrimas,
y probar el gusto de cierta hiel.
Enlutada en la pèrdida 
de una amistad, que no será
jamás la de antes, con flores, admirada
de tanto amor por la naturaleza.
Am-istad que sé, ha equivocado,
su propio rumbo. Palabreando necedades.
Hoy, enlutada araño y arranco 
los recuerdos buenos hermosos...
Para seguir sobreviviendo,
como siempre...
por mis amores y mis banderas.



Derechos reservados.

fuente: publicado en el Facebook de Mónica.
Foto: la autora, rodeada de sus tres hijas.En "FB".

Mónica Laurencena
" Nacida en Parana- E.Ríos, reside en Sta Fe. Para ella la familia, los amigos y la poesía es un camino maravilloso que la vida le regalò, participò del Grupo Tupambae con el escritor Gastòn Gori y el poeta Horacio Rossi, su primer cuaderno de poesìa "Rìo de Hombre", en recitales poeticos.musicales ,cofundadora de la Sade filial Sta Fe, teatro vocacional con Julio Beltzer y Antonio Germano. Hace tiempo escribe para exposiciones del fotógrafo Oscar Dechiara, y con la pintora  Zulma Molaro.Trabaja en defensa de la comunidad sorda por el reconocimiento de la Lengua de Señas. Colaborò en murgas barriales, ha tenido activa participación gremial y social. Publica en la serie Cuadernos y Palabras de  edición autogestionada "Luz Azul" en 2011 "De albores y relojes", que coordina el poeta Oscar Agú. Se la encuentra en varias publicaciones virtuales. Ha sido jurado de  certamenes literarios, y en la actualidad es miembro de la CD filial Sta Fe. En Junio fue invitada por el Movimiento"Los puños de la paloma" para leer en el Festival  de la Paz organizado por la escritora Norma Segades Manìas junto a importantes escritoras de la prov. y el paìs. Se suma a la escritura de textos para muestras de la fotoglerìa de Roberto Guidotti. Ha ejercido la docencia, como Prof.de Letras en Escuelas Medias, y "los jovenes son para ella la única esperanza del mundo en tanto se les brinde la palabra, y el lugar de respeto que merecen"..

***
fuente:http://elblogdelescarabajo.blogspot.co.il/2012/08/monica-laurencena.html

Atahualpa Yupanqui, uno de los más grandes compositores y cantores del folclore argentino: nos regala su canción "Preguntitas sobre Dios."
















Preguntitas sobre Dios.



Un día yo pregunté: 
Abuelo, dónde está Dios. 
Mi abuelo se puso triste, 
y nada me respondió.

Mi abuelo murió en los campos, 
sin rezo ni confesión. 
Y lo enterraron los indios, 
flauta de caña y tambor.

Al tiempo yo pregunté: 
¿Padre, qué sabes de Dios? 
Mi padre se puso serio 
y nada me respondió.

Mi padre murió en la mina 
sin doctor ni protección. 
¡Color de sangre minera 
tiene el oro del patrón!

Mi hermano vive en los montes 
y no conoce una flor. 
Sudor, malaria, serpientes, 
la vida del leñador.

Y que nadie le pregunte 
si sabe donde está Dios. 

Por su casa no ha pasado 
tan importante señor.
Yo canto por los caminos, 
y cuando estoy en prisión 
oigo las voces del pueblo 
que canta mejor que yo.

Hay un asunto en la tierra 
más importante que Dios.
Y es que nadie escupa sangre 
pa que otro viva mejor.

¿Que Dios vela por los pobres? 
Tal vez sí, y tal vez no. 
Pero es seguro que almuerza 
en la mesa del patrón.


La huella indeleble y sonora 
de Atahualpa Yupanqui

 La obra de Atahualpa Yupanqui no requiere de presentación alguna. Está implícita en los caminos, navega metafóricamente por la pampa argentina, trova con el gaucho si es que el gaucho no es una invención que decía Macedonio Fernández. Yupanqui es un filósofo del silencio, un trovador solitario, un místico errante que construyó un cancionero ejemplar capaz de sublimar lo nimio.

A su modo Don Ata renovó el folclore para luego abanderar cierta tradición, cierta pureza que parecía estar perdiéndose en los años 70 en el que muchos grupos y cantantes le citan como referente. No fue amigo el habitante de Cerro Colorado de las rupturas drásticas, de las vanguardias sonoras (“la zamba ya no es la zamba / del provinciano cantor…”) y con ello no parecía acordarse de que él mismo fue un renovador. Es muy conocida también esa faceta suya de mostrarse inflexible con quien le versionaba. Eso lo sufrió Alberto Cortez cuando registró sus poemas y canciones y mezcló a Don Ata con Don Antonio Machado.

Pese a esa imagen inflexible de Yupanqui hubo quien supo interpretarle y sentirle como aquella cantante asturiana llamada Maya que grabó un hermoso elepé dedicado al maestro argentino. Maya se adentró en la selva esmeralda de sus canciones con rigor, cuidando el fraseo y ajustándose a unos arreglos sumamente reposados. Por ahí Yupanqui sí se sentía a gusto, cuando no le alteraban su estilo.

La imagen de Yupanqui es la de un cantor hecho a sí mismo que suplió sus carencias educacionales a base de caminar mucho, de buscarse en la cadencia sonora de las palabras y en la riqueza expresiva del folclore argentino. No tuvo esa gran biblioteca de la que sí dispuso Borges pero siempre viajaba con libros aferrándose a los clásicos como los del Siglo de Oro Español. Yupanqui fue a su modo rayo incesante como ese eterno pastor de cabras llamado Miguel Hernández. Y con esa constancia anduvo sin intermitencias, en un eterno exilio, con la fiel guitarra al hombro y sin perder nunca la fe en el hombre de a pie y en el paisaje que enmarca la odisea del caminante.

Escuchando Caminito español viajamos a sus raíces vascas y si nos adentramos en Recuerdos del Portezuelo lo hacemos en un territorio amoroso que siempre se sustentará sobre la máxima del pudor más absoluto. Yupanqui fue hombre de ideales pero no de panfletos. Le cantó al indiecito dormido y dijo que le teníarabia al silencio y miró como nadie a la luna tucumana y como al cineasta sueco Ingmar Bergman le azoraba el silencio de Dios y por ello compuso esa joya siempre vigente llamadaPreguntitas sobre Dios.

No cabe la obra monumental de Yupanqui en unas líneas. Suena bien en la tesitura imperfecta de Andrés Calamaro y hasta llevado al flamenco como demostró el gran cantaor gaditano Chano Lobato o como me demostró la cantaora gaditana Carmen de la Jara cuando presentamos mi libro Yupanqui, coplas del payador perseguido. El porte, la esencia, la huella viajera de Yupanqui están permanentemente con nosotros, nos iluminan permanentemente. Con su poncho y su mate, con su alazán y su misterio Yupanqui sigue floreciendo en sus canciones.

En mayo de 1968 cantó en España. Coincidió con Paco Ibáñez y dibujó su poesía verdadera sobre el muro grisáceo de la dictadura franquista. Aquel cantor traía un equipaje de coplas y bagualas que lanzó al viento en recitales que tenían mucho de litúrgicos. No demasiado lejos en aquel 68 París proclamaba una revolución que se quedó en tentativa frustrada, en sueño irrealizable. Pero Yupanqui siguió cantándole a la vida, siguió indignándose ante la injusticia, abrazado a la intrahistoria, creyendo en el valor de la poesía y en el de aquellos seres sobre los que nadie escribe la historia. Y lo hizo hasta el final de sus días, cuando calló, lejos de la patria querida, el viejo vendedor de yuyos, la vieja chacarera, el viejo tambor vidalero que él hizo universales.

Luis García Gil
Escritor y poeta

http://www.cancioneros.com/ct/69/0/atahualpa-yupanqui

sábado, 11 de octubre de 2014

JORGE LUIS BORGES: uno de los más grandes poetas y escritores argentinos y universales del siglo XX

.

del Anecdotario

Borges se encuentra con el poeta Carlos Mastronardi y, al ser consultado acerca de su cuñado, Guillermo de Torre, Borges responde que la relación va cada vez mejor: “Yo no lo veo y él no me escucha”. De Torre, obviamente, se estaba quedando sordo.

Fuente: De La Jorge Luis Borges-Facebook.

En la Ciudad de SANTA FE(Argentina): la "A.S.D.E." celebra su 59 Aniversario con la entrega de sus Premios Edición para Poetas del Litoral Fluvial "JOSÉ RAFAEL LÓPEZ ROSAS 2014" y el de MICROCUENTOS “LUIS DI FILIPPO PARA NARRADORES ARGENTINOS RESIDENTES EN EL PAÍS, 2014", el jueves 23 de octubre de 19 a 21 hs.



La Asociación Santafesina de Escritores invita al “ESPECIAL” de los“Encuentros en el Arte” del Ciclo 2 014. Se realizará el jueves 23 de octubre de 19 a 21 hs, en la Sala Cultural de Fundación Banco BicaPje. Falucho 2 552, P.A., de nuestra ciudad.

En la oportunidad, se celebrará el 59º Aniversario de la A.S.D.E. con palabras a cargo de la presidente Prof. Nora Didier y la entrega del PREMIO EDICIÓN para Poetas del Litoral Fluvial “JOSÉ RAFAEL LÓPEZ ROSAS” 2014 Paulina Riera, de Santa Fe, por su obra “Con una bala lista en cada letra”. Y una MENCIÓN a: “EL MUELLE” de Marta Liliana Pimentel Álvarez, de Paraná (Entre Ríos). Luego se otorgará el PREMIO EDICIÓN DE MICROCUENTOS “LUIS DI FILIPPO” PARA NARRADORES ARGENTINOS RESIDENTES EN EL PAÍS, 2014, a Mario Capasso, de Villa Martelli (Pcia. de Bs. As.), por su obra  “Hasta ahí nomás”.  Y las siguientes MENCIONES: Primera, para “Made in Lilliput”, de Germán Bartizzaghi, de Pilar (Pcia. de Sta. Fe). Segunda, a“Dip turú bi dap”, de Jorge Gustavo Flores Soler, de Alta Gracia (Pcia. de Cba.) y Tercera para “Así de chiquititos”, de Mirta Krevneris, de la C.A.B.A.  

Actuaron como Jurados, en el primer Certamen mencionado, las escritoras Lucía Ambrogio de Pistacchia, María Beatriz Bolsi de Pino y Belkys Larcher de Tejeda, y en el segundo, los escritores Osvaldo Barbieri, Emma Cano de Candioti y Orlando Van Bredam. Coordinaron Nora Didier, Zunilda Gaite y Claudia Mendiondo; Miriam Noce y Elda Sotti, integrantes de la C.D.

Los galardonados leerán parte de sus obras.

Acompañarán el momento, las obras del artista plástico Jorge Papanek y se contará con la actuación especial de René Aráoz (guitarra y voz).

Se otorgarán certificados a los ganadores de los Premios y Menciones, miembros del Jurado y participantes del Encuentro.

La entrada será libre y gratuita.

La C.D. agradece la presencia de quienes les acompañen en tan grato acontecimiento.

Zunilda Gaite==== Nora Didier

Secr.General.  ==   Presidente.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Mario Benedetti, uno de los poetas y escritores uruguayos y latinoamericanos más talentosos y admirados.



Mario Benedetti

















"Dale vida a tus sueños"


Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.




Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,

no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.


Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.


Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos...





domingo, 5 de octubre de 2014

HORACIO C. ROSSI -POETA Y ESCRITOR SANTAFESINO- NACIO: EL 4 DE OCTUBRE DE 1953 FALLECIO EL 18 DE MAYO 2008.







Poeta y escritor, amigo y guía de calidad.
Fue un fuera de serie: querido por todos.!

Hoy 4 de octubre cumpliría años.

Lo recuerdo con mucho cariño, respeto y admiración.
En su homenaje publico algunas poesías suyas y algunos textos sobre LACHO (así le decían sus amigos y familiares).

JOSE PIVIN
HAIFA- ISRAEL


ALGUNAS POESIAS DE HORACIO 
C. ROSSI y algunos textos sobre 
Horacio.(qepd)

I -

Los amigos son una costumbre solar

-a Cacho Agú, con un abrazo…

Los amigos son una costumbre solar
la segura semilla de la flor del silencio,
el más que mejor rito de la cotidianía
la bendición perfecta por la que estamos vivos...


son la espuma del viento que celebro cantando
porque allí el transcurso del tiempo se florece
rindiendo su primicia de bienvenido abrazo
en riego imprescindible de certidumbre en mano.

los amigos son fieles aún cuando la ausencia
nos regala su turno de extrañamiento humano.
y aprendemos respeto paciente por los días
hasta que otra vez alguien nos convida a acercarnos.

se nos allega otro, con su nombre y con su historia,
y pactamos de nuevo convivir un nosotros.
y seguimos creciendo nuestro común destino
dentro un inmenso límite de lluvia entre los árboles...

¡Y qué bueno es juntar la lluvia y los amigos!
la bruma buena cuya lleganza es descansancio
como el mate aromando ante la compañía
de la absorta candela y las letras que besa la poesía...

los amigos nos dejan nombrados, sin olvido:
los de siempre, los nuevos, los a llegar mañana,
en franca y encendida fiesta honda y sincera
que nos nutre de puro milagro del misterio...

cuando el azul velero de la luz nos recoge
quedan siendo lo único que de verdad tuvimos...

Horacio C. Rossi.



II - 


Por la vasta intemperie la perplejidad cunde
como un viento de mugre opacando los ojos.
Los esfuerzos que parecen inútiles se nos tragan las ganas.
Y quedamos mirando sin ver, aturdidos y tristes.
¿Qué le toca al poeta decir?
Acompaño. Anoto cotidiano
el diario de la marcha insatisfecha, que seguimos andando.
¿Decir? No estamos solos. A veces vamos juntos.
Siempre llegan los nuevos
con su abrazo y su beso para el canto.
¿Decir? Los populares refranes de la lengua. Otra vez.
El sol sale, y la luna.
La lluvia pondrá verdes la tierra de los campos y la memoria,
lavará la ciudad. Humana, o nada.
Escribiremos ahora el próximo poema, de nuevo,
por primera vez. El mismo.
¿Decir? La verdadera casa es el amigo.
De esa ilusión me visto y desayuno, la comparto y recibo
y sigo andando.
¿Decir? Que aquí soy,
donde estamos,
tan como siempre.
Gracias.

Horacio C. Rossi
Publicada sin título, en 'EL ARCA DEL SUR' NRO. 60-
SANTA FE DE LA VERA CRUZ – REPUBLICA ARGENTINA


III -

Á R B O L

Había una vez un árbol crecido en las mañanas.
Se alimentó de gracia celeste y de violín.
Doró su labio seibo con sones de campana.
Juntó fresnos y robles en ronda sin confín…

En los vientos que tuvo sobre su primer verde
Bebió las excelencias pasadas, siempre en flor.
Y era, todo el futuro, juego en que nadie pierde,
Y que tiene, seguros, los frutos del amor…

Nutrió su maderita risueña con almejas
Hasta oler en el viento certidumbre de mar,
Y corrió por las calles como la primavera.
Terminó con premura su tiempo de esperar…

Cuando tronó la muerte su imperio poderoso
Sorprendiendo la tierna fascinación de paz
Del arbolito lindo, hubo un gesto furioso
Del dolor de la tierra. Y huibo llanto de más…

Una fe obligatoria lo ciñó a una tormenta
Fabricada en la casa del infierno de Añá….
Apenas unas briznas zafaron por la lenta
Mediación, más serena, y azul, del buen Tupá…

Desperdigadas voces, con temor en las caras,
Amargas y dolidas las almas sin reposo…
Se posaron, muy lentas, reabriendo sus miradas,
Para que verdeciera, de nuevo, el árbol mozo…

Hoy parece que amaina, que escampa, que regresa,
Sobre el sur, un celaje con aromas de aurora…
Y en el beso sagrado de la naturaleza
El arbolito arde su canto sin deshora…

Canto dificultoso, que enseguida se aclara,
A medida que el tiempo cicatriza la herida:
Y parece que el árbol entero respirara,
Nuevamente habitado por las voces de vida…

El árbol que persiste, que insiste, quiere, y puede
Sembrar, de todos modos, su semilla en el viento…
Con la ayuda preciosa de esos pájaros leves
Que consuelan memoria y empluman sentimiento…

El árbol va teniendo sus ramas habitables:
Los pájaros lo premian posándose en confianza…
Y, entonces, danzan juntos, al sur del Sol, amables,
Agradecidamente… ¡fundando la Esperanza !...



IV -


Oda a Horacio C. Rossi
  
      por GASTÓN GORI

Pones tus manos en el barro y llegas
al cielo;
en tus dedos se mueve una luz límpida,
y si miras los ojos
terribles del demonio
un ángel suavísimo que desciende
simplifica la tierra.

Tu verso endereza el árbol,
sosiega la turbia corriente del río,
y planifica el viento.
Si un niño cruza la pampa
de tu estrofa,
ni siquiera se oye el llanto
de las brujas,
ni el galope de los caballos
de madera.
El niño es un niño de versos;
no tiene más madre
que el poema, si está muerto
y el velatorio es de caña y milonga.

América Latina se retuerce
en la angustia del indio,
y allí en la angustia histórica
nace el bello destino
del hombre de tierra y cemento tuyo,
Horacio,
cantando dulce y duro
en las aristas de tus versos fuertes.
Oh, Horacio de negras claridades,
de hombre de pie en el amor y en la duda,
¡nadie hará por ti lo que haces por Dios,
para que el dios creador de esos, tus poemas,
sea nada más que Horacio:
un hombre volátil en su destino…


Santa Fe, 28 de julio de 1975.
GASTON GORI:

1915, Esperanza-17 de noviembre-2004, 
Santa Fe de la Vera Cruz.


V -

ALFREDO DI BERNARDO 

RECUERDA A HORACIO:

El domingo pasado se murió un amigo. Una de las personas más generosas que he tenido la suerte de conocer en la vida. Un artista de la palabra que eludió la grandilocuencia y la solemnidad tanto como la levedad del facilismo. Un escritor que tenía bien en claro que la tarea del poeta no se agota en el desafío de escribir de la mejor manera posible, sino que consiste en “hacer habitable el mundo”, lo cual implica sostener un compromiso permanente con la vida, con los otros. Un arquitecto constante de puentes humanos. Un tejedor incansable de redes bienhechoras. Un generador vitalicio de espacios allí donde antes no había nada. Un abridor vocacional de puertas que no cobraba peaje para franquear el paso a los que venían detrás. Un incorregible tendedor de manos solidarias. Un entusiasta difusor de proyectos ajenos que no se detenía en declamaciones, sino que plasmaba su aporte en gestos bien concretos. Un intelectual que se involucraba en movidas culturales no por afán de protagonismo ni para obtener beneficios personales, sino, simplemente, porque las consideraba valiosas. Un maestro casi a su pesar, que escapaba a la tentación de sentirse catedrático. Un tipo
fácilmente querible.

A gente así, militante de la luz, hay que recordarla en su mejor versión, lejos de los miserables embates de la enfermedad y de la muerte. Por eso, aquí va este poema. suyo, uno de los que más me gusta dentro de su vasta producción:

Yo suelo soñar blues*


Yo suelo soñar blues cuando la playa pare constantemente caracolas...
mientras la luna emite sus sables corvos
y hiere a l´agua provocando olas, dolorosas olas...
blues cuando hombre y mujer se desvisten lentamente, sensualmente,
por ante su ilusión ocasional, o con su grande amor por fin hallada...
blues mientras alguien se droga con fruición,
pues siente que está solo, sin amor...
tentando hallar el mundo aquel que se le fue
sin avisarle dónde lo espera para siempre...


Entonces, es cuando yo suelo soñar blues...
tropezando con la dificultad de estar vivo
entre tánta cosa que solamente finge existir...
entre lo que el tiempo, si existe, deja en la calle,
admirando el maravilloso mecanismo con que nacen nuestras
dificultades...
y siento el eco
de una que es otra voz...
que, tuya y nuestra y mía, se empina,
se hace brisa...
viento hondo, de opaco zumbar...

Si, yo silbo:
silbo cables tensos del teléfono,
hilvano luces de neón:
mi mano entonces fosforece...
recorro librerías acariciando libros no leídos, imaginándolos...
mi mirada los tiñe de los blues que sueño
ante cada ciudad y evento que recorro porque sí...
distrayendo rutas, transcurriendo días,
navegando la flor de los años, con las nostalgias siempre ahí...

Vos y tu amiga pasaron cuando soñaba el blues de todo esto,
y han dicho su palabra...
Yo estaba distraído, imaginando cómo acabar a los malvados...
me pareció oir sus voces entre el chorro de lo cotidiano...
y me quedé miráááándolos...
y seguí... seguí...
seguí haciendo lo que suelo hacer...
silbando el blues...
el blues de todos,
el blues de siempre,
el blues soñado...
con la voz impalpable,
la voz sin dueños ni inquilinos, timoneles ni remeros...

Sin que la vida misma lo sepa,
silbo su blues...
sueño su blues, aquí y ahora,
mientras busco, adivino, atrapo y dejo...
dejo que sigan brillando las estrellas en la frente del cielo...
cuyo blues, sobremanera melancólico,
suelo silbar,
despacio,
muy despacio, aveces,
cuando,
sin que Vos lo sepas...
d e s e s p e r a d o,
me disfrazo

Horacio Rossi 
Escritor y Poeta argentino (1953-2008)
*Publicado sin título en :
"HOMENAJE A HORACIO ROSSI EN LA TERRAZA."

 Me tome la libertad de colocar ese título
 basado en la primera línea de la poesía(J.P.)

VI -

"Falleció el escritor Horacio C. Rossi"
 Diario El Litoral, Santa Fe,

  19 de Mayo 2008.

















"y yo me iré y se quedarán los pájaros 
cantando" Juan Ramón Jiménez

Poeta santafesino. Nace el 4 de octubre de 1953 y parte, en su último viaje, en la madrugada del 18 de mayo de 2008.

El epígrafe de esta nota -firmada por Oscar "Cacho" Agú- es extraído del libro "Del aire hallado" (1988), que resume el espíritu del poeta. Sabedor, por cierto, de esta breve tenuidad, caminaba el mundo para hacerlo habitable, sin vanagloriarse de nada, sin ofrecer su palabra para la grandilocuencia. Era así porque amó todo lo que hizo. Y su modo de conectarse con el mundo era con la palabra celebrada.

Podemos enumerar algunas de sus actividades. Fundación del grupo Tupambaé con Gastón Gori. Asimismo, del grupo literario Mainumbí y del grupo Luzazul. Miembro del primer staff de la revista El Arca del Sur como, también, de La Red. 

Participó en todos los encuentros con la escuela Mantovani trabajo conjunto con ediciones anuales-. Desde sus inicios estuvo en el programa radial "Nuestra Herencia Cultural" en Radio Nacional Santa Fe. Hizo las veces de puente cultural entre Salzburgo/Latinoamérica de la Revista Xicóatl. Estuvo en Viena con los editores de la mencionada revista y pudo formalizar el contacto. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Santa Fe- en la década del "70.

Visitó escuelas, hogares, asilos y cárceles. Participó en innumerables encuentros de escritores de la región. Fue jurado de concursos locales, provinciales y nacionales. Parte de su obra fue traducida al alemán. Sabedor del inglés, francés, portugués, alemán, hizo traducción de la obra propia y de otros autores a esas lenguas.

Compuso canciones, participó de muestras colectivas de poemas ilustrados o con poemas acompañando pinturas. Su obra está, además, en varias antologías, poemarios, separatas. La última, donde fue uno de los activos coordinadores, participan 23 poetas de varias provincias argentinas, lleva por título En bandada (2005).

Editó estos libros: Del aire hallado (1988) La pluma de polen (1994) - íAh!mor... (1999) Lambrusco (2003 Novela). En preparación: La brisa y la garúa (ensayos) Historia de Monte y Río Silvia Isla Catuto Traspatio (relatos) Europeana (crónica en poemas) Cuaderno de las baldosas calcáreas y íVerdequevuela: bienvenido! (teatrino), publicado por Internet en Inventiva Social.

Esta enumeración de actividades no es más que un breve aleteo sobre todo lo que Horacio C. Rossi aportó desde su mítica terraza. Volanteaba, en sus correos electrónicos y a todos sus contactos, la obra de otros poetas y escritores. Siempre "desde la terraza".

Allí tenía su alcoba creativa. Su biblioteca. Sus escritos. Sus árboles en maceta y sus otras plantas que cuidara con tanto esmero. Sus llamadores de ángeles. Allí viven las voces de sus encuentros. Allí, su generosidad sin límites.


VII - 


PALABRAS

CACHO AGU A HORACIO ROSSI

Acostumbro a escribir en cuadernos. Desde que me inicié en una escritura más o menos constante, hace ya unas décadas. Tal vez sea lo único ordenado de mi despelotada biblioteca. Y están fechados. Si señor. Fechados. Cada escrito tiene, al pie, la fecha de la hechura. Pero, me he acostumbrado, además, que cada vez que inicio un cuaderno nuevo, la primera página siempre sirve como apertura del cuaderno, donde hago apreciaciones sobre los intereses que me están abordando.


Convengamos que el único interés es escribir y escribir lo que me gustaría leer. Este fue un tema que abordábamos en la terraza con Horacio. La escritura debería ser algo que nos transmita alegría de hacerla y que nos haga sentir en el camino correcto. Sin altisonancias, sin posturas.
Decíamos lo difícil que es mantener una postura. Es el reino de la hipocresía. Es lo que no nos deja ser. Y no hablábamos de posturas ideológicas, sino de lo que se muestra como. Y luego caíamos en otros senderos de las divagaciones: dos es multitud. Ya uno lo es, agregábamos: yo y mis mundos. Todo tema para un soliloquio.


Entonces conversábamos sobre esas necesidades de aclararnos las ideas “conversando conmigo mismo”. Ser el otro de Borges. Espejarnos. A veces, reconocernos y, en otras, desconocernos. Sería bueno que todos, sin excepción, lo ejercitemos un poco. Claro, es muy de loco hablar solo en la calle, mientras se camina con un mar de gentes alrededor, pero qué bueno sería que lo hagamos.


Y hablábamos de las construcciones humanas. De todo tipo de construcción.
Y de la necesidad de la paciencia, de la espera, de ser como el junco ante las aguas furiosas que se dobla y no se quiebra. Y recordábamos a Antonio Machado. A Li Po. A tanto otros que, en la mar de la memoria, deben estar grabados. Y hablábamos de la embridad de ciertas palabras, que fueron trastocadas para parecer macho.


Desde luego y en ocasiones, el silencio nadaba entre nosotros mientras el mate iba de mano. Simplemente, estábamos. Hasta que, de pronto, salía algún proyecto. Y así íbamos construyendo la parte de la red que nos tocaba y que habíamos elegido.


“La poesía es hacer habitable al mundo”, repetía. Lo repetía donde estuviere. Era como una muletilla. “Pero no todos somos poetas”, agregó alguien por allí. Y las necesarias aclaraciones, para que nadie se sienta excluido: hacer lo que uno hace y hacerlo bien. Así de simple. Así de profundo. Así de claro.


Pero, me desvié del tema. Yo inicie estas líneas diciendo que tenía un cierto orden en mis cuadernos. Fechados ellos. Claro que el último que inicié hace unos días lleva la fecha de 19 de mayo de 2008. Significativa en mis días. Ese día, por la mañana, despedimos a Horacio, sabedores que no perderíamos sus abrazos, sus risotadas, sus poemas, sus lleganzas, su amistad. Ahora hablo en plural, porque mi amigo tiene la mar de amistades. Así era. Un abrazador de gentes. Tal vez, hoy, nos siga abrazando desde otros confines sospechados tras esa breve niebla que nos separa. Yo creo que sí. Ahora, con el necesario silencio. En eso estábamos. Habíamos tomado la ruta provincial 70, camino a Rafaela. Íbamos a la presentación de uno de los libros de Ángel Balzarino. Yo manejaba. El, acompañaba, mate en mano. Habíamos cruzado Humboldt, un pueblo a mitad camino entre Santa Fe y el fin del viaje. Hay un lugar que se llama La Curva. Antes, el arroyo Las Prusianas. El monte salvaje copiando la sinuosidad del arroyo.
El atardecer de una naranja excepcional. Nos paramos. Nos olvidamos de la presentación por un momento y nos quedamos mirando el espectáculo. Sin más palabras que la mirada. Como niños acunados en la vastedad, nos dejamos mimar para agradecer. Inti nos regalaba su magnificencia. El poco frío nos empujó, luego, a seguir viaje.

Entonces, decíamos, “perdamos el tiempo” en lo que importa. Aprendí, junto a él a desprenderme de lo innecesario. La primera vez fue cuando lo vi reacomodando su biblioteca. “Estoy haciendo lo de Borges: crítica literaria”. Y, literalmente, las vaciaba. Regalaba lo que ya no leería o no usaría. Se quedaba con lo necesario. Pocas cosas en el morral, palabra más, palabras menos, decía.


Si alguien se quedó con un libro que le presté es porque le gustó. Y en buena hora que así sea”. Y se sacaba la preocupación de la cabeza.
Entonces, Mozart. Y poníamos algo de Mozart para acompañar la estada en la terraza.
Y hablábamos de Tehilard, de la expulsión de la República de Platón, de Juan L., de Cortázar, de nuestro común maestro: Gastón Gori. O bien, de algún viaje a realizar, de algún proyecto a impulsar. Mansamente, mientras Mozart acompañaba. Y así, en ese trastocar los mundos con nuestras impertinentes opiniones, intercambiábamos libros.

Volviendo a lo que decía al comienzo. La escritura, en la primera hoja, como apertura de uno de mis cuadernos. Aquí va lo que pude hacer, el 19 de mayo de 2008, con las palabras. Mayo 2008
Hace un largo tiempo que no iniciaba un cuaderno. La escritura, en ocasiones, se evapora y se hace nube. No llueve desde las manos.
Pero, como bien dice el dicho: “la procesión va por dentro”. Y uno no puede dejar de ver al mundo desde lo poético. Es una mirada donde verdad y belleza confluyen. Donde una sin la otra no pueden dejar de estar. Como hermanas siamesas.
Pero, ocurre, que en ocasiones no llueve desde las manos. No llueven palabras. Es el tiempo de la espera. Allí transcurro en las cotidianas, me aferro a ellas como naos que me cruzan de una orilla a otra en cada día.
Entonces, celebro el amanecer, una sonrisa, un mate, un silencio, los amigos, los afectos.
Y de pronto llueven palabras desde las manos. El cántaro de agua vuelve a reflejar el paso de la luna. Llueven palabras porque algo se movió. Algo cambió desde mí. Algo se hizo luz, algo se hizo sombra.
Y es extraño esto, porque hoy, con el dolor mordiéndome mis pasos, acompañé a mi hermano poeta a su morada de tierra. Horacio Rossi ha muerto. Y nos dejó haciendo labores sobre la barca. Ya vienen otros grumetes. La vida no se detiene. Augura momentos en cada instante.
Abrazo su partida.
Oscar “Cacho” Agú
fuente: "HOMENAJE A HORACIO ROSSI EN LA TERRAZA".
















VIII -

Evocación de Horacio Rossi
"Yo soy el que pasa escribiendo"

   Por Roberto Malatesta

"Se me ha visto caminando al margen de las cosas / absorto en quién sabe qué asunto ajeno y distinto", así nos decía Horacio Rossi desde su poema "Retrato". Me pregunto cuál fue ese asunto ajeno y distinto, y no tengo dudas en responderme: Horacio siempre escribió el mismo poema solar de hermandad. Su búsqueda estuvo más allá de cualquier movimiento social y literario; su "asunto" fue la luz que no discrimina y participa del nacimiento de las cosas; su obsesión fue esa luz y ciertamente lo mantuvo al margen, como buen poeta, margen que el mundo no acepta puesto que no pudo con él lucrar. El margen de lo fructífero, del encuentro humano.
Siendo así, no es extraño que sus palabras poéticas Ätodo poeta tiene un puñado que bien sabe cómo dispensarlasÄ son: hermandad, abrazo, fértil, paz, día, luz, camino, amanecer, para nombrar algunas sobresalientes.

Uno piensa, una poesía demasiado solar para estos tiempos de oscuridades, de literatura de escritorio por no decir de laboratorio, demasiada libertad para ser admirada por escuelitas literarias.
Horacio siempre Äasí lo recordaréÄ se presentaba con una sonrisa; una sonrisa absolutamente abierta y predispuesta a dar continuidad en el que la recibía. Fue un tipo que supo vivir, no porque haya vilipendiado los días y gastado las noches Äesos son escapismos, decía el amigo DaniloÄ, supo vivir porque lo hizo del lado de la luz, porque apostó a la energía de lo positivo, porque no se dejó abatir por tanta sombra, porque no vaciló en el hacer y el dar; porque vivió para escribir, puesto que allí veía su misión en el mundo, "convencido y triunfante", como dice en el citado poema "Retrato".

No hay duda; advierto y me maravillo de que lo recordaré siempre sonriente, recibiéndome con su extrema generosidad. Me doy cuenta de que en mí guardo un bien inapreciable, el que seguramente aumentará su valor; un bien que nadie me podrá quitar, porque así son las cosas del espíritu.

Mi memoria de Horacio Rossi será, de aquí en más, una de mis mejores posesiones. Soy un tipo afortunado de haberlo conocido, de haber sido su amigo hasta los últimos días, lo digo con humildad y, contradictoriamente, con un extraño orgullo. Debo agregar que no habrá sido tanto mérito mío sino de él, porque después de la poesía, si hay algo que supo cultivar Horacio fue la amistad, siendo un maestro Honoris Causa en relación con esa virtud.
Se podrían mencionar mil anécdotas del "Loco Rossi", todas tendrían el común denominador de lo ya apuntado, con su típica personalidad arrasadora. Se podrían marcar defectos, que no llevarían a otra parte que a su profundo aspecto humano. Se equivocó sólo por vivir, sólo por hacer, y en esto fue uno de los mejores: casi nunca se equivocó.
Horacio Rossi era el que Äy yo lo he visto una tarde en mi casaÄ podía escribir un reversón (soneto que puede leerse de la manera tradicional, como de atrás hacia adelante) directamente en una máquina de escribir, que acumuló material propio hasta la obsesión. Y no poseía esa inocencia de los que creen y están pendientes de los premios literarios; podía desechar todo eso, era libre de todo eso. Sus premios eran los halagos de los amigos, los abrazos en la calle, el saberse "experiente entre los otros, ... puente hacia el día de mañana".
Personalmente, lo sumo a mis maestros de la poesía y de la vida. íQué lastima que uno abre los ojos totalmente cuando se siente una ausencia!, en este caso atenuada por cuanto él vive en mi memoria, y también por aquello que ha dicho el amigo César: a los poetas les cabe un privilegio: nunca mueren.
Horacio Rossi fue ése que pasó escribiendo, pero su escritura no fue un ejercicio del ego, no una maniobra del lenguaje, sino la más clara voluntad de decir: aquí estoy, aquí estamos, y todos juntos podremos manifestar: "Hermanos del camino: / La vida presta un turno feliz: aprovechemos".
La revista El Arca del Sur, en su Nº 146, ha publicado una selección de textos de Horacio Rossi, en merecido homenaje a quien fuera uno de sus más constantes colaboradores. Un pequeño puñado de poemas para una vasta obra que, en su gran parte, permanece inédita, injusticia que esperemos que el tiempo y Äpor qué no aclararlo yaÄ las instituciones abocadas a la cultura, puedan remediar.

Tres poemas de Horacio Rossi

Retrato

Se me ha visto caminando al margen de las cosas,
absorto en quién sabe qué asunto ajeno y distinto,
distraído, llevando la cuenta de otros números,
apenas si enterado de lo que acontecía
simultánea y sucesivamente, extraño,
y si me preguntaban
respondía afiebrado
unas rarezas que no valían la pena de atender.
Ahora, cuando escribo,
todo se queda escrito en mis cuadernos
con la puntual exactitud
de un minucioso compañero,
memoria de la tribu, cabildo de uno solo
convencido y triunfante,
y es así nomás.
Yo he estado en las vidas que se murieron,
yo prosigo escribiendo como si escribir fuera
una válida persistencia a partir de la cual
se pudiera reconstruir el ejercicio de la casa
que la torna habitable, entendible, para todos.
Y ha de ser cierto, ha de ser verdad.
Porque los días me van permitiendo
practicarme experiente entre los otros,
y ser el reaseguro de lo fértil general
necesario,
el puente hacia el día
de mañana, desde todo el ayer
permanente, el puente hacia el día de mañana.
Yo soy el que pasa, escribiendo.


(de "
Mainumby", 1984)

En sueño-homenaje...

ah, como helechos,
sí, ah, sus consabidas plumillas de delicia,
tenuemente antenas, tenuemente, posadas,
posadas a los pies de la palma que no ha encanecido
en la garúa del amanecer,
la de blanco modo violeta y virando sin cesar,
sin cesar hacia el centro de la tierra, virgen parturienta,
hacia la sangre negra de las cosas,
en pos de todo el frío necesario para que termine semejante a caricia,
a caricia, sí,
la ajena juventud
de inmolación al parecer ritual,
que no entiendo...
ah, como helechos
crece el jacarandá, crece el timbó, crece,
crece,
crece la acacia aquerenciada...
el sueño de estar vivos...

Retrato en noviembre/ reversón

de nuevo abro la mano: resucito
es hora - me lo dice l'aire'n flor
voyvengo del grafito hacia color
cual siempre, caminando yo medito
relleno y nunca harto de belleza
habiendo recorrido algo del mundo
jovial por fin, sin mengua de profundo
sesgo feliz de la naturaleza
casi cantando voy, vivo y maduro
fruta galana que se ofrece al día
cobrada apuesta a que habrá futuro
cosecho, hoy, la gratis siembra mía
a pasos que ya no tienen apuro
me pierdo por la humana estrellería...
me pierdo por la humana estrellería
a pasos que ya no tienen apuro
cosecho, hoy, la gratis siembra mía
cobrada apuesta a que habrá futuro
fruta galana que se ofrece al día
casi cantando voy, vivo y maduro
sesgo feliz de la naturaleza
jovial por fin, sin mengua de profundo
habiendo recorrido algo del mundo
relleno y nunca harto de belleza
cual siempre, caminando yo medito
voyvengo del grafito hacia color
es hora -me lo dice l'aire'n flor
de nuevo abro la mano: resucito...

(Horacio C. Rossi, en la terraza...)
________________________________________
fuente: diario 'EL LITORAL' DE SANTA FE- ARGENTINA
15 DE AGOSTO DE 2008.
Publicado en el Blog "EL GALLO EN ALPARGATAS"
el 18 de Agosto de 2008.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
FOTOS: desde el comienzo,
1-HORACIO EN SU HABITACION DE
TRABAJO,"en la terraza" de su casa.
Recibida directamente de Horacio.

2 + 3 -  DIARIO EL LITORAL DE SANTA FE,
 AL QUE AGRADEZCO.